Mal inicio de la campaña de rebajas después de una Navidad bastante positiva

Los negocios del centro de Tarragona han registrado un mal inicio de la campaña de rebajas en la primera semana de descuentos y liquidaciones. Hasta ahora, las condiciones no han sido óptimas, ya que las ventas de después de Navidad han acusado la lluvia y el frío de los últimos días y, sobre todo, las restricciones para contener la pandemia. Los comerciantes de la ciudad esperan que el 17 de enero estas se suavicen de nuevo, con el fin de poder recibir otra vez clientes de fuera de Tarragona y abrir los fines de semana, ya que ahora los servicios no esenciales sólo pueden abrir de lunes a viernes. El mal inicio de las rebajas llega después de una campaña navideña bastante positiva para los comercios tarraconenses, que tenían bajas expectativas sobre las ventas y temían la afectación de la pandemia.

La decisión sobre las restricciones del 17 de enero también es clave en otro sentido, ya que una mayor flexibilidad de la restauración derivaría en un mayor movimiento de personas en la ciudad, cosa que de rebote haría aumentarla clientela potencial de los comercios. De momento, sin embargo, los primeros días después de Reyes son descorazonadores para muchos negocios tarraconenses. «Con los centros comerciales cerrados pensábamos que tendríamos más afluencia, pero de momento no lo estamos notando», aseguraba Ramon Noguera, de la zapatería Las Américas. Desde esta tienda de la calle de la Uniólamentan que «se está vendiendo mucho menos de lo esperado», y cifran la bajada de ventas entre un 30% y un 40%. «No parece que estemos de rebajas, están siendo muy flojas», concluyó Noguera, que recalcaba que «sólo está comprando gente de Tarragona».

Por la tienda Roba de la Rambla Nova, que inauguró las rebajas el 7 de enero, también están siendo «momentos complicados», según su encargado, Jordi Represa, quien lamentaba especialmente el hecho de «no poder abrir los sábados». La visión era muy similar para Neus Montcosí, al frente de la tienda Madonna, en la plaza de Ponent. Además de las restricciones de fin de semana, las limitaciones de movilidad perjudican gravemente los comercios de la ciudad: «La mitad de clientes que tenemos son de fuera, y ahora no pueden venir», indicaba Montcosí. La propietaria de Madonna, aparte de los impedimentos de los últimos días, hacía una reflexión y lamentaba que «las rebajas ya no son lo que eran».

Navidad de contrastes

Las sensaciones entre los comerciantes tarraconenses después de la campaña de Navidad eran contrapuestas. Algunos consideraban que había sido muy mala. Otros, como el presidente de la Vía T, Salvador Minguella, estaban más satisfechos y decían que no había ido «tan mal en líneas generales» y que las ventas habían ido «por encima de lo esperado» teniendo en cuenta todas las restricciones. Es también el caso de la familia Figueres, con tres tiendas en el centro de la ciudad: Casa Figueres, Minimum y Les Mitges. El propietario, Jordi Figueres, explicaba que en Minimum, durante la Navidad y los días posteriores, «estaban agotando stocks de pijamas, ropa interior y, sobre todo, ropa térmica», en unos días en que la gente se ha quedado en casa o ha tenido que combatir el frío en caso de salir a la calle. De esta manera, Figueres aseguraba que la campaña de Navidad y Reyes había ido «mucho mejor de lo que se esperaba e, incluso, más positiva que en años anteriores».