Seguridad
Cojines berlineses a Sant Pere i Sant Pau obligarán a circular a poca velocidad
Se empezarán a colocar hoy en cinco calles del barrio para aumentar la seguridad de los peatones, una demanda recurrente de los vecinos
El Ayuntamiento de Tarragona empezará hoy, y hasta el miércoles, a colocar un total de 10 cojines berlineses en cinco calles del barrio de Sant Pere i Sant Pau. Estos elementos son reductores de velocidad, de manera que obligará los conductores a circular lentamente para evitar accidentes. De hecho, se trata de una reivindicación vecinal desde hace meses, ya que durante el 2019 se produjo varios atropellos a niñas pequeñas que acabaron heridas leves, y una con un hueso roto.
Concretamente se instalarán dos cojines berlineses a cada una de las cinco calles: en el Bloc Sant Tomàs, uno en cada sentido; en la carretera Pont d'Armentera, a la altura de la entrada en la calle Miquel Servet, también una en cada carril; de la misma manera, en el camino Pont del Diable, delante del Bloc Costa Rica; en la calle Miquel Servet, una en el número 22-24 y otra unos metros antes; y, finalmente, dos más en el carril que hay al lado de la escuela Marcel·lí Domingo, en la rambla de Sant Pere i Sant Pau.
Estos reductores de velocidad se colocarán a unos ocho metros de los pasos de peatones. Además, en el caso de la calle Bloc Sant Tomàs, de la carretera Pont d'Armentera y del camino Pont del Diable, como se colocan en ambos sentidos de circulación, cada cojín berlinés irá acompañado de separadores de carril con bolardos de plástico a cada punta. Finalmente también se colocarán 10 paneles de señalización para advertir a los conductores que se acercan en un reductor de velocidad.
«Con esta actuación atendemos a una petición que nos han hecho desde las dos asociaciones de vecinos de Sant Pere y Sant Pau con el fin de dotar de más seguridad las calles del barrio, ya que a veces los coches cogen demasiada velocidad,» sostiene el consellerde Urbanismede l'Ajuntamentde Tarragona, Xavi Puig, que añade que «muchos barrios de la ciudad necesitan actuaciones de este tipo, pero hemos pensado que en Sant Pere y Sant Pau era prioritario».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos La Unión, Gabriel Muniesa, reconoce que «estamos contentos, parece que las cosas empiezan a funcionar». En este sentido, comenta que en la última reunión con el consistorio, el equipo de gobierno los presentó todos los proyectos previstos por el barrio y celebra que «harán tres o cuatro actuaciones este año, bastantes más que en los últimos años y vemos recompensado nuestro trabajo como asociación de vecinos». Volviendo a los reductores de velocidad, Muniesa recuerda que llevaron la reivindicación al plenario en forma de moción. «Los dejamos que decidieran dónde eran más necesarios, pero sí que les marcamos algún punto concreto donde creemos que hacían falta, como en los lugares donde se produjeron atropellos a unas niñas el año pasado, cerca de las escuelas,» señala finalmente al representante vecinal.
Por otra parte, l'Ajuntamentde Tarragona ha sacado a licitación otra actuación con el mismo objetivo, ya que consiste en la instalación de diferentes elementos de pacificación del tráfico en otras ocho calles de varios barrios, entre los cuales también está Sant Pere i Sant Pau. Con un presupuesto de casi 50.000 euros, el consistorio quiere contratar una empresa para construir reductores de velocidad, que se diferencian de los cojines berlineses porque que estos sólo hace falta clavarlos en el suelo. En cambio, los del otro proyecto serán una elevación de la calzada. Se crearán dos en la rambla Francesc Macià, dos en la avenida Catalunya, dos en la calle Rovira y Virgili, dos en la calle Real, dos a la calle Mora de Ebredel barrio de la Granja, dos en la calle Mas d'En Garrot de Sant Salvador, uno en la avenida Països Catalans de Sant Pere y Sant Pau y uno en la calle Veintidós del barrio de Bonavista.