El desahucio de unos ocupas acaba en acuerdo entre las partes en Tarragona

El desahucio de unos ocupas ayer en el número 12 de la calle Mallorca de Tarragona acabó en un acuerdo entre las dos partes. Si bien los cuatro pisos del bloque estaban ocupados ilegalmente, para ayer sólo había previsto el lanzamiento del 1.º y el 4.º, los inquilinos de los cuales llegaron a un entendimiento con el propietario por la cual este les daba un margen de 24 horas para hacer el vaciado de los pisos. Si no lo cumplen, el martes volverá el propietario con el procurador, la funcionaria de los juzgados y los Mossos d'Esquadra para hacer efectivo el desahucio. Por otra parte, el Sindicat d’Habitatge de Reus no pudo detener el lanzamiento de una vecina de la calle Carles Buïgas de Salou, donde habían convocado una concentración para evitarlo.

A las 11 horas de la mañana estaba previsto el desahucio del 1.º y 4.º piso del número 12 de la calle Mallorca de Tarragona. No obstante, los ocupas pidieron al propietario que les diera 24 horas para poder abandonar la vivienda y llevarse sus pertenencias. El propietario accedió, pero antes se aseguró con la funcionaria de los juzgados de que si los inquilinos no cumplían su palabra podrían volver el martes para echarlos. El dueño del bloque explicó a DiariMés que el edificio está en muy mal estado estructural y que, de hecho, cuando había empezado las obras de rehabilitación, el año 2017, le ocuparon los cuatro pisos. En el caso del tercer piso, por el cual el lanzamiento estaba previsto el miércoles, también acordaron que el martes les darán las llaves. Para el segundo todavía no hay orden de desahucio.

En el lugar también se personaron una decena de amigos de los ocupas para, supuestamente, intentar evitar el desahucio. Los agentes de los Mossos, por su parte, no llegaron hasta que los propietarios y los ocupas ya habían llegado al acuerdo, y quedaron con estos en que ya los avisarán si los necesitan el martes, en caso de que los inquilinos no cumplan su palabra.

El proceso se alargó cerca de dos horas y creó fuerte expectación entre los vecinos y peatones de la zona. Un matrimonio mayor, que vive un poco más abajo, eran conscientes de que el piso estaba ocupado ilegalmente y aseguraban que no creaban problemas de convivencia en la zona más allá del peligro que supone «tener la luz y el agua pinchados», decía la mujer.

Por otra parte, y en declaraciones a esta redacción, la ocupa del cuarto piso, L.L, explicaba que vino de Madrid hace ocho meses a casa de un amigo que también era ocupa. Al cabo de un tiempo abrió el 4.º del número 12 de la calle Mallorca y se instaló, «ya que estaba en desuso desde hacía mucho de tiempo». Lamentaba que en marzo se quedó sin trabajo a causa de la pandemia y decidió venir aquí, donde tampoco ha encontrado trabajo. Ahora está intentando conseguir el empadronamiento para optar a algún tipo de ayuda, ya que también le denegaron el Ingreso Mínimo Vital porque «no reunía los requisitos». Defendía además que decidió ocupar por un problema de vulnerabilidad, pero también por su ideología política. «Me parece que hay casas de sobra, todo el mundo tiene derecho a tener un techo, eso tendría que cambiar».

Finalmente, una de las jóvenes que se concentró en solidaridad con los ocupas aseguraba que «son amigos míos y estoy a favor de la ocupación, por eso pensé que tenía que venir a dar apoyo. Además aquí no hay ninguna brigada que defienda los ocupas, pero sí que hay una de los nazis aquellos que los meten fuera».

Desahucio frustrado

Por otra parte, el Sindicat d’Habitatge de Reus no consiguió parar el desahucio de Núria, que vivía en un piso del número 43 de la calle Carles Buïgas de Salou. Para evitarlo, habían convocado una concentración a primera hora de la mañana. Según indica la entidad, hace unas semanas ya impidieron el primer intento de desahucio de Núria de su casa, hecho que querían repetir hoy. Los Mossos hicieron el acompañamiento judicial para proceder al desahucio.