Judicial
Aplazan el juicio a un falso policía que coaccionaba chicas a cambio de favores sexuales en Tarragona y Salou
El hombre aprovechó el estado de alarma por la covid-19 para intentar engañar a cinco víctimas
El procesado dejó a una de las chicas en su domicilio y la otra continuó dentro del vehículo creyendoque iba con un agente de policía que tenía que cubrir un servicio. El procesado condujo hacia zonas apartadas de Salou y Vilafortuny, en el municipio de Cambrils. Allí aprovechó para hacerle tocamientos mientras le hacía un supuesto registro, se masturbó delante suyo y le levantó varias veces la falda. Además, le cogió el teléfono móvil y no se lo devolvió hasta que no la llevó de nuevo hacia casa, hacia las siete y media de la mañana.
Unos días más tarde, el 8 de diciembre de 2019, el procesado siguió a otra chica desde su puesto de trabajo en Reus hasta el centro de Salou. Según fiscalía, la víctima aparcó su vehículo y se dio cuenta de que el individuo la seguía también a pie, por lo que empezó a correr, llegó al portal de casa y pudo cerrar la puerta. Entonces, el acusado empezó a llamarla por el nombre diciéndole que era policía, que lo abriera y que quería hablar con ella, mientras le mostraba una credencial. La chica, sin embargo, no le hizo caso y él se marchó del lugar.
Aprovecha el confinamiento
Posteriormente, la fiscalía señala que el hombre se aprovechó de «la situación de incertidumbre generada después del decreto de estado de alarma» para seguir a cinco chicas más. Señala la fiscal que se identificaba como policía de viva voz o mostrando una placa que aparentaba ser real, y que conminaba a las jóvenes a subir a su vehículo, «siguiéndolas o amenazándolas con imponerles una sanción».
El escrito de acusación relata que el 25 de abril de 2020, hacia las seis de la tarde, siguió a una chica hasta el interior de un portal de la avenida Reina Maria Cristina de Tarragona, obligándola a subir por la escalera mientras le hacía numerosas preguntas de carácter personal. Finalmente, sin embargo, él se fue al ver que la chica conseguía hablar con su hermana.
Aquel mismo día, sobre las siete y cuarto de la noche, indicó a otra chica que caminaba por la calle Rovira i Virgili de Tarragona que subiera a su vehículo, a lo que se negó. Él la siguió hasta la fuente del Centenario, pero desistió cuando vio que ella se disponía a llamar por teléfono.
Acto seguido, hacia las ocho de la noche, el hombre obligó a otra chica a entrar en su vehículo estirándola de la mochila que llevaba y habiéndose identificado como policía. Una vez en el interior del coche, apunta laFiscalia, le manifestó: «¡no te interesan 100 euros y tenemos una aventura?». Poco después, la chica salió del vehículo.
Unos días más tarde, la madrugada del 10 de mayo, el procesado seacercóa otra chica que se encontraba en la Rambla Nova de Tarragona y «le recriminó desde su falsa condición de policía que se encontrara en la calle a aquellas horas y la obligó a subir a la parte posterior del vehículo». Ella accedió porque creía que era policía, según el ministerio público, aunque después de hacer un breve recorrido en el cual él le hizo numerosas preguntas de carácter personal, la chica pudo bajar del vehículo.
Finalmente, hacia las once y media de la mañana del 19 de mayo, el acusado, nuevamente desde su vehículo obligó a pararse junto a una pared a una menor que se encontraba en el paseo Jaume I de Salou. «Se identificó como policía y bajo la creencia que iba a multarla, le indicó que dejara la bicicleta que llevaba y que subiera al vehículo al mismo tiempo que abría la puerta del copiloto. La menor huyó atemorizada del lugar», detalla la fiscal.
El procesado se encuentra en prisión provisional por estos hechos desde el 26 de mayo de 2020. Según la investigación de los Mossos d'Esquadra, los argumentos que utilizaba para coaccionar a sus víctimas iban desde asuntos relacionados con el consumo de drogas durante las noches de ocio nocturno hasta no llevar el DNI. Lapolicía también determinó episodios similares de 2018 que no forman parte del caso, como un seguimiento a una mujer de Valls y otro caso en las Terres de l'Ebre, donde el individuo intentó conseguir favores sexuales por parte de una prostituta haciéndose pasar por policía.
Penas de cerca de 30 años de prisión
El ministerio fiscal pide para el hombre una pena de 28 años y tres meses de prisión. En concreto, por un supuesto delito de agresión sexual a menor de 16 años solicita 9 años de prisión y 7 años de libertad vigilada. Además, quiere que no pueda acercarse a menos de 500 metros de la menor de Salou durante 10 años y que le impongan 13 años inhabilitación para profesión u oficio que implique contacto con menores.
Por un delito de detención ilegal la fiscalía pide 3 años de prisión y que el hombre no pueda acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante 5 años. Además, el ministerio público lo acusa de siete supuestos delitos de coacciones para cada uno de los cuales pide 2 años de prisión y que no pueda acercarse a menos de 500 metros de las diferentes víctimas durante 5 años. Finalmente, también reclama 2 años y tres meses por un delito de usurpación de funciones públicas.
En concepto de responsabilidad civil, el ministerio fiscal solicita que el hombre indemnice a una de las víctimas con 9.000 euros, otra con 2.000 euros y el resto con 1.000 euros cada una. Después de que la vista que se tenía que hacer entre este lunes y miércoles se haya suspendido por enfermedad del abogado del procesado, la sección segunda de la Audiencia de Tarragona ha señalado nuevamente el juicio para los días 5, 6 y 7 de mayo.