Contratación
El concurso del servicio de valoración de los puestos de trabajo municipales de Tarragona queda desierto
Sólo se presentó una oferta que se desestimó al no ofrecer la documentación requerida
El concurso del servicio de valoración de los puestos de trabajo y la elaboración de los perfiles competenciales de la plantilla municipal del Ayuntamiento de Tarragona quedó desierto el pasado 5 de enero. Este contrato tenía como objetivo ponerse manos a la obra a una antigua reclamación de los grupos municipales en el consistorio, ya que tenía que definir los complementos salariales que tendría que recibir cada trabajador a partir de la carga de trabajo o la responsabilidad de su lugar de trabajo, entre otros criterios.
Tal como adelantó DiariMés el pasado agosto, el gobierno de coalición de Esquerra Republicana de Cataluña y en ComúPodemen Tarragona había puesto en marcha, de una vez por todas, el proceso de contratación de este servicio por parte de una empresa externa. Entonces, el concejal de ServeisEconòmics, Jordi Fortuny, esperaba que el contrato estuviera adjudicado hacia el mes de octubre. El presupuesto de licitación era de 40.535 euros y el valor estimado del contrato se enfilaba 33.500 euros. No ha sido hasta el mes de enero que este proceso ha acabado y con un mal resultado. Sólo una empresa presentó la oferta para realizar esta valoración de los puestos de trabajo municipales y la elaboración de los perfiles competenciales, de las cuales quedaban excluidos el personal de la Guardia Urbana y de las diversas empresas y organismos municipales.
Según se indica en la resolución para declarar desierto el procedimiento, la Mesa de contratación del Ayuntamiento de Tarragona solicitó a la empresa licitadora que presentara los documentos necesarios para demostrar la solvencia económica y financiera y la solvencia técnica y profesional requerida. Finalizado el plazo para presentar esta documentación, la compañía en cuestión no lo había hecho, motivo por el cual el procedimiento quedó desierto entendiendo que el licitador había retirado su oferta.
Fortuny explicó que este servicio pretende que el sistema retributivo del consistorio sea justo, es decir, que por trabajos parecidos y con la misma carga de trabajo y competencias no haya una persona que cobre más que otra, hecho que evitaría tensiones entre el personal municipal y posibles acusaciones de arbitrariedad. Hay que recordar que la plantilla del Ayuntamiento cuenta con cerca de 1.500 trabajadores.