El PSC califica de «década perdida» los últimos gobiernos de la Generalitat
Rosa Maria Ibarra y Rubén Viñuales lamentan que no se hayan puesto en marcha ni el nuevo Hospital Joan XXIII ni el Fòrum de la Justícia
El PSC ha denunciado que los últimos diez años de Govern de la Generalitat, desde que no gobiernan a los socialistas, ha estado «una década perdida», tanto social como económicamente, por Cataluña y por la demarcación de Tarragona.
En una atención a los medios en la calle Josep Pont i Gol, delante de los terrenos donde se está construyendo el nuevo Centr PenitenciariObert, la candidata socialista por Tarragona a las elecciones del Parlamentdel 14 de febrero, Rosa Maria Ibarra, ha lamentado que «Cataluña es la comunidad autónoma que menos invierte en ámbitos como el social y el de la vivienda», además de provocar una «degradación de las instituciones». En este sentido, Ibarra ha criticado que todavía no se estén sacando adelante proyectos como el Fòrum de la Justícia o el nuevo hospital Joan XXIII.
El segundo a la lista de la demarcación por los comicios catalanes, Rubén Viñuales, ha lamentado, al respecto, que «nos encontremos en el eje del abandono», en referencia a los dos proyectos todavía no iniciados. El exlíder de Ciutadansen la ciudad ha señalado que «sí que se está sacando adelante la construcción del Centre PenitenciariObert», criticando que se trata de una «instalación que implica contradecir, al final, la voluntad de los vecinos de esta zona. Tanto que el alcalde Pau Ricomà se llenaba la boca de escuchar la ciudadanía, aquí lo que se ha demostrado es que no la escucha, sino que está absolutamente servil y entregado a su amo, que es el Governde la Generalitat».
A parte de criticar también que Tarragona «es la única capital de Cataluña que no tiene un Fòrum de la Justícia», Viñuales ha asegurado que se paga «más de un millón de euros en el alquiler de dependencias judiciales en Tarragona». Unas dependencias que, según el socialista, «aparte de dispersas, que hay que hacer una gincana para encontrarlas, están en una situación totalmente paupérrima e, incluso, con un punto de falta de garantías con respecto a los derechos de las mismas víctimas, ya que los juzgados de violencia doméstica están en un espacio y no se puede mantener una separación con los presuntos agresores».