La CUP denuncia que la Generalitat «no tiene dinero para poner fin a los barracones»

Laia Estrada, número uno de la CUP por Tarragona, ha mostrado una gran preocupación por el estado de la educación, «secuestrada por los continuos recortes y un déficit escandaloso de inversión pública» donde ahora se tiene que añadir las graves problemáticas derivadas de la crisis a raíz de la pandemia. Estrada ha puesto en relieve la gran tarea que hacen los centros como la Escola Ponent «con proyectos educativos muy potentes, a pesar de la situación del equipamiento.» La cupaire ha criticado que mientras la Generalitat mantiene escuelas concertadas con pabellones, esta «no tiene dinero para poner fin a los barracones», y el caso de la Escola Ponent «todavía es más escandaloso», ya que justo al lado está el Palau d'Esports «que costó 20.000 euros a la Generalitat y todavía no está en funcionamiento». Estrada ha denunciado cómo el Departamentd'Educacióha gestionado esta situación, afirmando que «es indignante que después de diez años, no tengamos una solución a fin de que el alumnado de este centro pueda tener unas instalaciones dignas».

Estrada ha hecho estas declaraciones acompañada por Marta Llorens, también integrante de la lista, delante de la Escola Ponent en el barrio de Campclar de Tarragona, una escuela en barracones. Estrada ha insistido en que, a día de hoy, todavía hay alrededorde unos 150 barracones en una decena de escuelas e institutos con módulos prefabricados adyacentes a nuestras comarcas, «como es el caso de Reus, donde el traspaso de la escuela Ganxets de Reus o la Escola Vilamar de Calafell». La cabeza de lista por Tarragona también ha hecho mención de cómo la covid-19 ha agudizado la brecha digital «en muchos centros de nuestros pueblos y ciudades, pero uno de los casos más escandalosos tuvo lugar en el Col·legi la Mercè de Tortosa».

A su vez, Marta Llorens ha puesto de manifiesto el esfuerzo que tienen que hacer estos centros para reivindicar sus proyectos educativos, ya que el aspecto de sus instalaciones «puede condicionar las familias a la hora de escoger». Llorens ha explicado que las propuestas de la CUP-G en términos educativos van en la línea de hacer frente a la mercantilización de la educación pública, reivindicando una sola red pública única, gratuita, equitativa y laica, desde el jardín de infancia a la educación postobligatoria, incluyendo las escuelas de adultos.