La Urbana de Tarragona ha sufrido veinte agresiones po hacer cumplir la normativa covid

No a todo el mundo le gusta cumplir la normativa impuesta por los gobiernos para intentar minimizar los efectos del coronavirus. Un claro ejemplo se puede apreciar en la ciudad de Tarragona donde, según cifras facilitadas por el consistorio, agentes de la Guardia Urbana han sufrido un total de veinte agresiones por parte de gente que no estaba de acuerdo con lo que les requerían los agentes.

En total, desde marzo del año 2020, que es cuando la pandemia empezó a ponerse dura y a hacer estragos en la población, la Guardia URbana ha tenido que tramitar 54 diligencias ante la autoridad judicial. Veinte son los mencionados por atentados en agentes de la autoridad y, las 34 restantes, son por resistencia o desobediencia a los agentes de la autoridad. Sin llegar a ser agresiones, también se trata de situaciones límite a las cuales la Guardia Urbana nunca habría querido llegar, pero que han acabado con denuncia.

Los motivos son varios y no han sucedido tan sólo en la ciudad de Tarragona, sino que se extienden por todo el territorio y de todo el país. El hecho de no poder pasear por la calle con el toque de queda, el de no poder cambiar de municipio por las restricciones o, por ejemplo, el de ir sin mascarilla o no respetar de otras normativas ha provocado, a lo largo de estos diez meses, que la tensión entre la policía y la gente, en algunos momentos, haya sido máxima. Tarragona es el ejemplo más claro, pero otros municipios próximos también han reconocido situaciones límite entre sus cuerpos policiales y sus vecinos o foráneos.

Reus y Torredembarra

Otros dos consistorios han reconocido casos similares. Se trata de los de Reus y Torredembarra, con una población muy numerosa, sobre todo en el primer caso, y que también ha sufrido acciones agresivas por parte de ciudadanos que no querían respetar las medidas anti-covid.

En el caso de la capital del Baix Camp, hablan de «un par de casos», aunque podría haber más, ya que las agresiones o similares por el incumplimiento de las mencionadas medidas no es una tipología de sanción que se separe del resto, tal y como sucede en otros municipios. En Torredembarra, por ejemplo, sí que especifican los tres casos que han tenido desde el año pasado. El primero tuvo lugar el 17 de octubre cuando, a las once y cuarto del mediodía, un individuo quería acceder a la Biblioteca sin hacer caso a las medidas covid-19. Fue denunciado por falta de respeto y consideración a agentes de la autoridad. El 22 de octubre de 2020 cuando pasaban cinco minutos de la una y media del mediodía, en un control en los establecimientos se detectó a clientes cogiendo consumiciones de pie en la terraza (cuando lo que se podía hacer eran pedidos para llevar). Denunciaron a la propiedad por falta de respeto y consideración agentes de la autoridad. Finalmente, el 9 de noviembre, sobre la una y media de la madrugada, un individuo fue pillado incumpliendo el confinamiento nocturno y fue denunciado por falta de respeto y consideración agentes de la autoridad.

Cambrils no dispone de las cifras de agresiones y en el Vendrell reconocen «alguna situación de tensión», como en Calafell «discusiones», sin llegar más lejos. Salou, Vila-seca, Altafulla, Roda de Berà, Pobla de Mafumet, Perafort y Cunit han asegurado a este medio que no han sufrido ningún tipo de situación como las mencionadas.