«Somos realistas y habrá que gobernar con todos los partidos independentistas»

—¿Cuál es la primera acción que llevará a cabo en Tarragona si Junts gobierna?

—La misma que en el país. Estamos sufriendo una crisis económica y social muy grave, fruto de la pandemia. Necesitamos un consenso sobre el plan de reapertura, que sea seguro. Las medidas no pueden ser centralizadas, sino específicas por sectores y territorios. La segunda acción va de recursos: tenemos todos los fondos MEDE y europeos centralizados en Madrid. Invitaremos a todas las fuerzas a hacer un frente común para tener estos recursos a Cataluña.

—El principal pilar es la lucha contra la pandemia, pues.

—Tenemos dos luchas indisociables: la solvencia, el rigor, la buena gestión, el voto útil para las empresas, para los autónomos, para los enfermeros y los médicos; pero también la independencia.

—El mayor reto en el Campde Tarragona es la producción de energía. Todo el mundo habla de una transición.

—El proyecto del hidrógeno verde que hemos presentado en los fondos europeos tiene que solucionar muchos problemas. Las empresas de nuestra industria, especialmente las químicas, tienen que ser competitivas. Con el actual oligopolio tenemos una energía cara. Necesitamos que sea competitiva, verde y sostenible.

—En movilidad, muchos partidos defendéis el tren-tram.

—Hay aspectos de la Autoritat Territorial de Mobilitat en los cuales se han adelantado, como el bus exprés entre Tarragona, Reus, Valls y la costa, o la tarifa integrada. Ahora, con la liberación del ferrocarril, aparecen nuevas oportunidades. El tren-trames un proyecto de hace muchos años. Tenemos una red ferroviaria existente que puede dotar un servicio de calidad, y así bajar el uso del coche. Eso pasa por buenas frecuencias y tener la gestión del servicio.

—El Delta de l'Ebre es el territorio de Cataluña más afectado por el cambio climático. ¿Cómo queréis poner remedio?

—Hacen falta sedimentos y dinero público. El dinero es, la Generalitat se ha comprometido, pero mientras lo riu sea gestionado por Madrid, no podremos aplicar las medidas necesarias para salvar el Delta y el Ebre.

—El Baix Penedès es la comarca con más paro.

—Tiene problemas de conectividad. Pasan muchas infraestructuras, pero tiene pocas salidas de autopista y pocas paradas de tren. La Generalitat hizo hace años una apuesta teniendo éxito en el ámbito del automovilismo. Hace falta una reindustrialización de la comarca, es el mecanismo para consolidar la salida económica de la crisis. En el Baix Penedès, los ayuntamientos mayores los gobierna el PSC, igual que el consejo comarcal, y se evidencia la mala gestión.

—Las elecciones son en plena tercera ola.

—El señor Illa, el peor ministro de Sanidad de la historia de toda Europa, ha priorizado los intereses de partido por encima la salud de las personas. Somos el Estado de la Unión Europea que menos recursos ha destinado a la lucha contra la covid. Se ve claramente con los autónomos, en el modelo de la escuela catalana o en el ámbito de la salud.

—Hasta ahora, la conselleria de Salut se ha dirigido desde de ERC. ¿Si Junts gobierna, cómo gestionará la pandemia?

—Muchos sectores conocen el rigor y solvencia de nuestro espacio político cuando hemos tenido responsabilidades. Todo eso pasa por el voto útil y la movilización. Si ganamos bien, podremos gobernar mejor. Hay cosas que durante los últimos meses se hubieran podido hacer mejor, como en las residencias. El modelo de atención a las personas mayores es un reto de futuro. No es lo mismo tener las residencias gestionadas al margen del departamento de salud.

—¿Y cuál tiene que ser el modelo de la sanidad catalana?

—Hay un nivel de pericia muy elevado, con profesionales muy potentes, que esta pandemia nos ha permitido conocerlde más cerca. Tenemos que tener más recursos para poder tenerles más confianza. El Estado español tiene que acabar con la poca financiacióny con sus propias leyes, como la de dependencia. Con recursos y un modelo consolidado, hay una buena base para tener un país con una calidad de vida excelente.

—Es una de las campañas electorales en las cuales menos se está hablando de la independencia. ¿El proceso está atascado?

—Está vivo. Es como los castellers, que no pueden hacer castells ahora, pero el espíritu y las ganas están. Eso no quiere decir que nos hayamos olvidado, pero estamos en pandemia y en una situación económica grave. Ahora es cuando se han puesto de manifiesto los límites de la autonomía. Queremos avanzar y queremos ser muchos, con el objetivo claro de llegar al 50% de voto independentista por primera vez en unas elecciones en el Parlament.

—¿Hace falta un nuevo referéndum?

—Siempre hemos tenido voluntad de negociación. Tenemos que avanzar juntos, e ir solos, como han hecho algunas formaciones en Madrid; no ha traído resultados. Para avanzar necesitas fuerza, y la fuerza viene de los votos. Hace falta que todo el mundo vote y lleguemos al 50%. Hemos tenido las cosas muy difíciles con la represión, la prisión y el exilio en los comicios de los últimos años. Ya estamos acostumbrados al hecho de que el Estado nos vea como el rival a batir.

—Puigdemont vuelve a ser número uno. Los presos hacen campaña. ¿Por qué seguís confiando en los valores pre-referéndum si no pueden estar a primera línea?

—Sí que estan. Puigdemont ha estado totalmente conectado con la realidad del país, el liderazgo de Junts per Catalunya y del Consell per la República, y siendo diputado del Parlamento Europeo. Cuando los presos salen de la prisión, con el tercer grado, en vez de ir con sus familias van a hacer campaña, bajan a la arena. El nuestro es un proyecto de suma, transversal, con gente que viene de Convergència i Unió, de Esquerra Republicana, del PSC o de UnióDemocrática. El país va por delante de las personas y los partidos, y lo que nos une es el uno de octubre y la voluntad de avanzar.

—Dice qué Junts es el «voto útil».

—Lo somos para hacerun país mejor con rigor, con responsabilidad y para seguir avanzando con el proceso. Hay otros partidos que se presentan a las elecciones y pueden no sacar representación en la demarcación. Que no se tire ningún voto s la papelera.

—Las encuestas dibujan una lucha a tres por la victoria. La bolsa de indecisos es grande y la abstención se prevé alta.

—Sabemos que la situación es complicada y que la gente está sufriendo, pero el único voto que cambia las cosas es un voto a través de la independencia. El falso cambio de Illa es autonomía, involución, regresión y represión.

—Aunque el matrimonio con ERC se ha ido deteriorando, sigue siendo la opción de pacto más viable.

—Todos los gobiernos de coalición tienen sus cosas, es como las parejas. Pasa en el gobierno español, en el Ayuntamiento de Barcelona, en el de Tarragona o en el de Reus.

—¿Pactaríais con alguien más?

—Aragonès contempla la posibilidad de gobernar solo. Nosotros aplicamos un criterio de realidad, que pasará por un gobierno de coalición. Tenemos que ir todos los independentistas juntos.

—Las encuestas dicen que en Tarragona seréis tercera fuerza.

—Somos el voto útil por la demarcación, a favor del turismo, de la industria, de las empresas, del bienestar, de la salud, de la buena gestión, de los recursos, de garantizar los fondos europeos y hacer valer Tarragona en el Parlament.

—El antiguo votante convergente tiene ahora tres opciones: Junts, PDeCAT y PNC. ¿Qué os diferencia?

—¡Y Esquerra Republicana! Somos un voto para sacar representación, con todo el respeto por las otras fuerzas, pero es muy difícil que ellas saquen.