Religión
El mosén acusado de abusos sexuales sigue cobrando a pesar de estar apartado del cargo
El Arzobispado de Tarragona asegura que tienen constancia que hubo dos víctimas
El Arzobispado de Tarragona ha afirmado esta mañana que el cura acusado de abusos sexuales sigue cobrando un sueldo a pesar de estar «suspendido preventivamente del ejercicio público». En una rueda de prensa, la institución ha apuntado también que tiene constancia que hay dos presuntas víctimas de estos delitos, que ya habrían prescrito al haberse cometido hace 20 años.
El caso afectaría a Manuel Fuentes, canónigo archivista de la catedral de Tarragona y director del archivo histórico archidiocesano tarraconense y que desde el 2018 ejerce de mosén a la Selva del Camp, Almoster y l'Albiol (Baix Camp). Por orden del arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, el caso se ha trasladado a Fiscalía y al Vaticano.
SimóGras, padre y portavoz del Arzobispado de Tarragona, ha remarcado que respetan la presunción de inocencia y ha indicado que «una de las víctimas ha reiterado que se preserve su privacidad, y tiene todo el derecho». También ha remarcado que a pesar de garantizar la privacidad y «honorabilidad» de víctimas y acusado -del cual Gras no ha dicho el nombre en ningún momento- han sido «muy transparentes con la fiscalía provincial y la Santa Sede».
El portavoz ha indicado que el arzobispo JoanPlanellastuvo conocimiento de los hechos el pasado 7 de diciembre y que el mismo día empezó «con determinación» una «investigación interna, urgente y preliminar» que acabó este jueves y que se trasladó a «las instancias canónicas y civiles pertinentes». Durante este proceso la institución eclesiástica ha hablado con las dos «posibles víctimas» de las cuales tienen conocimiento, con «personas que pudieran aportar alguna información» y con el «presunto responsable» de los hechos. También se ha hecho una reunión con la Oficina de Prevención y Protección de Abusos del Arzobispado. Un organismo que, tal como ha manifestado Gras, a día de hoy no tiene ningún otro caso encima la mesa.
El portavoz ha insistido que la primera vez que el Arzobispado tuvo constancia de los hechos fue el pasado 7 de diciembre. «Miramos si había diligencias anteriores y tenemos que decir con sinceridad que no teníamos conocimiento», ha remarcado Gras a raíz de las informaciones que apuntaría una de las víctimas que lo explicó al exarzobispo Lluís MartínezSistach, que se habría limitado a pedirle que rogara.
Desde elArquebistathan suspendido Fuentes «del ejercicio público del ministerio presbiteral y de sus cargos pastorales de manera preventiva», pero «sigue siendo padre del Arzobispado hasta que no haya una resolución judicial canónica o judicial civil». El portavoz no se ha pronunciado sobre el recorrido que pueda tener el caso en la Fiscalía y que el proceso canónico no saben ni cuánto tiempo durará ni qué recorrido tendrá porque «todavía está en el principio». «El mal es mal. Como institución, por mucho que algo pueda haber prescrito y que no pueda tener una carga legal que le suponga una pena, esto no quita que si hay un mal se tenga que reparar», ha indicado. En cuanto a las consecuencias que puedan haber a raíz de la investigación eclesiástica la máxima pena sería «la expulsión del estado clerical», ha concretado.