Salud
Las dificultades económicas y turísticas en Tarragona empeoran la salud mental
Después de once meses de pandemia se han multiplicado los trastornos relacionados con la depresión y la ansiedad, cuyo origen es muy diverso
La salud emocional es uno de los factores que más se ha visto deteriorados a causa de la pandemia. Después de once meses conviviendo con la covid, se ha multiplicado la demanda de atención a la salud mental en hospitales, centros sanitarios, despachos privados o psicólogos que trabajan en enseñanza, prisiones o juzgados. Aunque la subida de trastornos relacionados con la depresión y la ansiedad depende de múltiples factores, en Tarragona existen unos parámetros especialmente destacados, asociados al ámbito sanitario y económico, que se ha resentido con la ausencia de turismo.
«¿Dónde está basada nuestra economía? La Costa Daurada depende del turismo, y desde el momento que este está afectado, la economía va mal, y es mucho más probable que aparezcan problemas emocionales», sentencia Gentzane Carbajo. La miembro de la junta de la delegación de Tarragona del Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya explica que los estudios todavía lo están investigando, pero que «la salud mental se está agravando, todos los profesionales vinculados a la salud lo estamos notando». Carbajo detalla que desde el inicio de la pandemia «ha habido un aumento de la demanda» derivado de un «agravamiento de los pacientes que antes del confinamiento estaban mejor, además de casos nuevos». La psicóloga pone el punto de mira sobre «los casos depresivos y los trastornos relacionados con la ansiedad o el estrés posttraumático».
Tres olas|oleadas
Aparte de las olas de contagios, los expertos coinciden en señalar tres olas diferentes: la pandemia, el impacto económico y la salud mental. Como unas fichas de dominó, los obstáculos para la población se han ido sumando y la salud emocional está sufriendo mucho desgaste cuando ya hace casi un año del estallido de la pandemia. Los trastornos mentales se manifiestan según la edad y el grupo. «Para los adolescentes, ha quedado afectada la vida social», asegura Carbajo, mientras que de las personas mayores decían que «se ha visto muy sola y, además, han sufrido el impacto económico». La situación entre los adultos también es delicada, según la psicóloga: «Hay mucha gente en paro, son personas que tienen que sosteneruna familia».
Aparte de los problemas económicos, otro de los grupos que más están acusando el desgaste emocional están siendo las personas del entorno de la salud. Los profesionales sanitarios y también el resto de personas que trabajan en servicios vinculados a un hospital, como la lavandería, la limpieza y el mantenimiento, «son grupos que están experimentando cansancio y fatiga», puntualizaba Gentzane Carbajo. Una de las claves para entender el desgaste es, según la psicóloga, que «no todo el mundo sabe gestionar la frustración». Carbajo hace referencia a la no consecución de plazos previstos, como los de la vacunación o los de las fases.
La vida ha cambiado mucho los últimos meses y muchos hábitos han mutado por completo. Es el caso del trabajo y los estudios. «Antes se había idealizado el teletrabajo, pero ahora se quiere un lugar físico para poder relacionarse con los compañeros», aseguraba Carbajo, que también decía que «el teletrabajo está causando fatiga». Las aulas también se han sustituido por habitaciones, y ha habido consecuencias, según la psicóloga: «Ha crecido el abandono de los estudios».