Sucesos
Roban el sagrario y dos huchas de la capilla del barrio de la Floresta
El mosén y la comunidad están más «frustrados» por el valor sentimental y de fe que por el económico
Al menos dos personas entraron a robar en la humilde capilla del barrio tarraconense de la Floresta durante la madrugada del domingo. Se llevaron el sagrario donde se guarda el copón con las formas consagradas y dos huchas que, según el mosén Paco Xammar, contenían en torno a 30 o 40 euros. El cura denunció los hechos a los Mossos d'Esquadra y ayer por la mañana la policía científica llevó a cabo las tareas de identificación de las huellas dactilares. Hoy por hoy, el cuerpo de seguridad está investigando los hechos para tratar de encontrar a los autores del robo.
Según explicaba Xammar, los ladrones entraron por la ventana que da a la calle del Bloque Fresno, la cual estaba abierta «porque con eso de la covid nos dicen que tiene que estar todo ventilado y sólo tuvieron que subir la persiana», relataba el cura, que añadía que «no esperábamos que nadie entrara a robar, no nos ha pasado nunca en los 42 años que llevamos aquí». No produjeron ningún destrozo, sólo revolvieron los armarios para ver si encontraban algo de valor.
La capilla se encuentra en un local en los bajos, que los propietarios de los pisos que hay encima pagaron entre todos cuando el edificio fue construido para ubicar la pequeña capilla. Según Xammar, con la pandemia hay una media de 15 o 20 feligreses que cada domingo asisten a la misa que se celebra. «Es un sitio modesto, pero muy querido», señala el mosén, que asegura que nada de lo que tomaron tenía un gran valor económico. De hecho, el sagrario es de madera y fue construido por un vecino del barrio. Explica que, más allá de este valor material, tanto él como la comunidad de creyentes están «frustrados» por el valor sentimental y religioso que tiene el sagrario. «Para un creyente es un objeto fundamental, lo que han hecho ha sido claramente una profanación», lamentaba Xammar, que señalaba que «habríamos preferido que se llevaran 1.000 euros en lugar del sagrario». El cura suponía también que lo tomaron pensando que en el interior se guardaba «algún tesoro».
Al día siguiente de los hechos, una vecina de la Floresta se encontró, en una zona boscosa que hay a 150 metros de la capilla, el sagrario vacío y rotoy las dos huchas también vacías. Un vecino se ofreció a arreglar el objeto y esperan poder devolverloa su lugar pronto.