Educación
El interés por la docencia sube los últimos años y crece el número de plazas
La pandemia ha obligado a desdoblar grupos en escuelas e institutos, por lo que nuevos maestros y profesores han accedido a puestos de trabajo
El interés por la docencia ha subido los últimos años a Tarragona. El número de jóvenes interesados en convertirse en maestros o profesores ha crecido por varios motivos, tan diversos como la recuperación de prestigio gracias a las pruebas de aptitud, la voluntad de transformar a la sociedad, una salida laboral derivada de otros estudios o, más recientemente, el aumento de la oferta de plazas a raíz de la crisis sanitaria. Sea como sea, la demanda por las plazas en los grados y en los másters impartidos por la URV supera con creces la oferta, con unas cifras que cada curso van más al alza.
El interés por ejercer como docente ha ido creciendo durante los últimos años. Las particularidades, sin embargo, han sido diferentes según se trate de educación infantil, primaria, secundaria o bachillerato. Para este curso 2020-21, las matriculaciones en los diversos grados de educación de la UniversitatRovira i Virgili se incrementaron en un 9,6% con respecto al año anterior. El centro tarraconense oferta el grado de Educación Infantil, el de Educación Primaria y una doble titulación de las dos, además de los grados de Educación Social y el de Pedagogía, y en todos ellos no sólo se llenaron las plazas, sino que se amplió el número de alumnos admitidos, según Joan Foguet: «Siempre dejamos un margen con las plazas, no cerramos la puerta». El responsable de Educación Infantil y de Primària aseguraba que si a priori los dos grados contaba con 80 plazas cada una, «este año se acabaron matriculando 84 en Infantil y 91 en Primària, por lo que la tendencia es alta».
Los motivos para explicar el aumento de la demanda son diversos. Para Foguet, la Prueba de Aptitud Personal (PAP), introducida en 2017, «ha ayudado a dar prestigio de nuevo a la docencia». La prueba, que se hace antes de la Selectividad, ayuda a distinguir qué personas cumplen con los requisitos para estudiar los grados educativos. El coordinador del Consell Interuniversitaride Catalunya de la PAP, el tarraconense Josep Maria Cornadó detallaba que «para hacer de maestro no es suficiente tener ganas, sino que se tienen que tener competencias necesarias». Cornadó explicaba que la PAP ha acabado siendo «un atractivo para los estudiantes, ya que casi todo el mundo que la supera acabará ejerciendo».
En la última Prueba de Aptitud Personal se presentaron hasta 585 jóvenes, de los cuales sólo la aprobaron un 63,3%. A nivel de Cataluña, la primera convocatoria en el 2017 reunió a 2.700 alumnos, mientras que en la del último julio la realizaron más de 5.000, muestra del creciente interés por la docencia. Para Cornadó, el umbral de aprobados en torno al 65% asegura que «la mayoría de estudiantes que acaban cursando el grado están trabajando al cabo de uno o dos años».
Más docentes con la Covid
La pandemia ha obligado a cambiar algunos aspectos del sistema educativo catalán. Entre otros, para disminuir la interacción de alumnos y rebajar el número de niños y jóvenes por clase, el departamento de Educacióintentó que por este curso se desdoblaran todas aquellas líneas que se pudieran. Eso derivó en un aumento de clases, por lo que la oferta docente se multiplicó. Por una parte, la bolsa de trabajo consiguió desbloquear la congestión existente. Por la otra, más jóvenes vieron una oportunidad de decantar su futuro profesional hacia el mundo de la docencia.
«La demanda ya era alta, pero la situación con el coronavirus es chocante», confesabaJoan Foguet. El responsable de Educación Infantil y Primaria de la URV creía que «la covid puede haber influido, ya que se han desdoblado grupos y se han aumentado plantillas, pero eso se podrá ver mejor de cara al próximo curso». Para Foguet, ahora el reto pasa por conseguir estabilizar los nuevos puestos de trabajo: «Desde los sindicatos se luchará por mantener a los maestros que han entrado ahora». Además, para Josep Maria Cornadó, la situación actual es idónea, ya que «bajar la ratio de alumnos es una garantía de calidad educativa». Otros aspectos del reciente crecimiento de la demanda eran la próxima jubilación de una generación de maestros numerosa o un incremento «de la juventud que tiene interés para mejorar a la sociedad», según Foguet.
La Secundaria, similar
Si la voluntad para volverse maestro ha ido al alza los últimos años, el panorama se repite en los profesores de Secundària. Si bien no existe un grado específico para esta etapa educativa, los jóvenes que desean ser profesores tienen que hacer un máster. La URV ofrece el Máster de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, que cursan graduados que quieren ejercer su especialidad desde la docencia. Este curso, 236 personas están cursando estos estudios en la URV, aunque la oferta inicial era de 210. Su responsable, Ramon Palau, coincidía en decir que «los últimos años ha incrementado el interés». Además, Palau reconocía que «es posible que la demanda haya crecido durante la pandemia». El responsable del máster señalaba que «cuando el mercado laboral en otros sectores pasa un mal momento, puede ser que más gente vea atractivo hacerse profesor».