Protesta
Castaño: «Las acciones de violencia gratuita no favorecen la convivencia»
El conseller de Seguretat Ciutadana confirma 13 contenedores quemados en Tarragona los cinco días de protestas
El conseller de Seguretat Ciutadana del Ayuntamiento de Tarragona, Manel Castaño, ha condenado hoy los pequeños disturbios vividos la semana pasada durante los cinco días de protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. El consistorio ha reportado un total de 13 contenedores quemados –cuya sustitución sube hasta unos 3.000 euros por unidad– y «algunos elementos de mobiliario urbano han quedado estropeados», en palabras de Castaño. El balance de los destrozos es menor comparado con otros puntos del país. Además, se produjeron cuatro detenciones, tres de las cuales a menores de edad, que fueron liberados al cabo de pocas horas, además de un chico de 18 años, que pasó a disposición judicial.
La defensa de las protestas y la condena de su deriva ha sido la tónica habitual desde el gobierno municipal los últimos días. «Estamos por la defensa de la libertad de expresión, tal como expresamos en el plenario del viernes,» razonaba Manel Castaño, «pero sin criminalizar a la juventud entendemos que estas acciones de violencia gratuita no favorecen nada la convivencia». El conseller de Seguretat Ciutadana ha reiterado que el gobierno hacía «una valoración negativa de estos hechos» y se ha mostrado tajante con la dicotomía existente entre el derecho a expresarse y la condena de los disturbios: «A pesar de la necesidad de que la gente se manifieste, queremos que la convivencia sea prioritaria».
Además de Esquerra Republicana y En ComúPodem, la mayoría de partidos en el consistorio tarraconense han lamentado los desperfectos causados en el mobiliario urbano la semana pasada. El Partit dels Socialistes y Junts per Tarragona defendían el derecho a manifestarse hacia la condena de Pablo Hasél y la importancia de la libertad de expresión, mientras que también se sumaban a la denuncia de los pequeños disturbios generados en la ciudad los últimos días. Por su parte, tanto Ciutadans como el Partit Popular ponían el acento en la defensa de los cuerpos de seguridad ante la continua controversia de los últimos días.
Cuando menos, la CUP ha sido el grupo con una postura más alejada. Tres de los cuatro detenidos en Tarragona eran menores y el cuarto justo había hecho los 18 años, hecho que recalca la baja media de edad de las concentraciones de los últimos días. Para los cupaires, hace falta alejar el foco del debate sobre los desperfectos en el mobiliario urbano e ir a los diversos motivos de la protesta. Los anticapitalistas han destacado la precariedad en la cual vive la juventud.