Seguridad
La ocupación ilegal de un chalet dispara la preocupación y el miedo al barrio de Boscos de Tarragona
Los vecinos, que el sábado se manifestarán, se muestran «decepcionados» con la ley y están asustados porque los ocupas acumulan antecedentes delictivos
La ocupación ilegal de un chalet en la calle del Falciot del barrio de Bosques de Tarragona ha extendido el miedo y la preocupación entre los vecinos. Lamentan que el decreto del mes de enero, por la situación de la pandemia, no permite desahuciar gente que esté en una situación de vulnerabilidad y que este ampara también a las personas que ocupan ilegalmente. Eso, sumado al hecho de que la vivienda pertenece a un gran tenidor como es Solvia, complica la posibilidad de que los ocupas desaparezcan a corto plazo. Además, aseguran que hablando con los Mossos han averiguado que acumulan varios antecedentes delictivos y creen que han llegado a través de una mafia, por lo cual se muestran angustiados ante la posibilidad de que acaben ocupando otras casas vacías o segundas residencias partiendo de la base que la ley les ampara. Desde la Associación de Veïns de Boscos están organizando una manifestación, para el próximo sábado, para reclamar medidas y amenazan con hacer la justicia por su cuenta porque las leyes no nos protegen, critica a su presidente, Josep Antón Solé.
DiariMés pudo hablar ayer con dos vecinos próximos a la vivienda ocupada, los cuales prefieren mantenerse en el anonimato. Uno de ellos explicaba que hace exactamente una semana que se dio cuenta de que habían entrado en el chalet. «Llamamos a la Guardia Urbana y nos dijeron que con la nueva regulación, el decreto del pasado enero, no pueden hacer nada», lamentaba. El vecino explicaba que la casa es de Solvia y que la entidad publicita los domicilios que tiene como propiedad a su página web y que, entonces, las mafias que se dedican a eso localizan estos chalets, entran y después los alquilan a la gente que los acaba ocupando. Señalaba, en este sentido, que en un año y medio es la cuarta vez que lo ocupan ilegalmente. En estas ocasiones, anteriores al decreto, «venía la Urbana, saltaban y los echaban». Según el residente, los que viven ahora en el número 3 de la calle Falciot tienen perros, uno de los cuales mordió a su hija. «No ha sido grave, pero tuvimos que ir a urgencias y ha tenido que tomar antibióticos», comenta. Otro de los perros, además, «es de raza potencialmente peligrosa». Más allá de este hecho, todavía no se han producido episodios de inseguridad ni de mala convivencia por parte de los actuales ocupantes del chalet. El vecino denunció el mordisco a los Mossos d'Esquadra que, con respecto la ocupación de la casa, también les dijeron que no podían hacer nada. Por lo que sabe el vecino de la zona, los que viven allí son dos hombres y dos mujeres con niños, todos magrebíes. «Como hemos visto que hay coches con gente que les da apoyo, que deben ser de la mafia, nos preocupa que en una casa como esta, que tiene más de 300 m², tarde o temprano vendrá mucha más gente», apuntaba.
En esta línea, explicaba que las conexiones al agua y a la luz «las han hecho auténticos profesionales». «Hemos llamado a las compañías y tanto Ematsa como Endesa nos han dicho que en estos momentos, tal como está a la situación, no quieren salir a los medios y que por lo tanto no harán nada, así de claro», lamentaba el vecino, que añadía que «a nosotros, si nos retrasamos a la hora de pagar la factura, nos persiguen. Aquí en verano pagamos unos cánones brutales por el agua y ayer me parece que estos ya estaban llenando la piscina, es decir, que dentro de cuatro días eso será como el Rancho Grande ».
Con todo, el vecino cree que «esta gente actúa con un cierto protocolo, es la primera semana que están aquí, han visto que el primer día ya han venido los Mossos y la Guardia Urbana, y entonces están dentro y tranquilos, pero eso no quiere decir nada, tengo claro que no quedará aquí y que ellos están dejando pasar el tiempo porque nos relajamos». «Ahora todavía no ha habido este problema de convivencia, más allá del mordisco, pero tenemos el miedo de qué pueda acabar pasando y la gente está horrorizada». Este miedo, según explica, viene dado también porque hace unas semanas ocuparon una vivienda de la calle Isaac Albéniz y, de la misma manera que los de la calle Falciot, tenían antecedentes, pero, como todavía no había entrado en vigor el decreto, los pudieron echar. Aparte de la cuestión de convivencia, el vecino explicaba, y considera injusto, que de este chalet de la calle Falciot «se tuvo que marchar una mujer viuda que su marido era autónomo y cuando murió, las deudas del negocio y las hipotecas provocaron que el banco la echara, después de ganarse la vida honradamente, y ahora ella vive en un piso alquilado en la periferia de Reus».
«Una impotencia absoluta», sostenía al vecino por todo ello, y lamentaba que ahora tanto los Mossos y la Urbana «están atados de manos y no pueden hacer nada», por lo cual se siente desamparado por la ley. De la misma manera, otro vecino próximo se mostraba impotente porque «parece que no podamos hacer nada y ellos tienen total impunidad. La ley está hecha para protegerlos y no les pueden cortar la luz ni el agua cuando nosotros pagamos unas buenas facturas». Reconocía que, de momento, todavía no se han vivido episodios de delincuencia ni inseguridad por parte de estos nuevos ocupas, pero se mostraba también preocupado por el hecho de que en un futuro se puedan producir. El primer vecino añadía que «no puede ser que los Mossos no puedan entrar a hacer fuera de unos ocupas que tienen antecedentes. ¿Y si aquí montan otra casa como la de Alcanar? Cómo sé que no están preparando bombas»?. El otro residente explicaba también que los han visto rondando con el coche y observando dos viviendas que son segundas residencias. «El efecto llamamiento de una facilidad para ocupar y de una impunidad como esta tiene la gente muy inquietada».
El vecindario se movilizará
Por todo eso, Solé, el presidente de la asociación de vecinos, que también advertía de la peligrosidad de este efecto grita, explicaba que están organizando una manifestación para el sábado. «Vivimos con mucho miedo e inseguridad, eso está pasando y cada vez más, por lo cual el sábado nos movilizaremos». La idea de los vecinos es hacerse escuchar y mostrar su decepción con las leyes actuales. «No sabemos si cortaremos la carretera, las vías del tren o si iremos hasta el Ayuntamiento», añadía. Solé decía que «hace unos días vimos una camioneta que rondaba por el barrio, pasamos la matrícula a los Mossos y resulta que era una rumana de Constantí con antecedentes. Qué hacia dandovueltas por aquí»?. «Con la ley actual, si vas a comprar y cuando vuelves te ha entrado un ladrón a casa, este dice que es uno ocupa y sin orden judicial no lo pueden sacar», lamentaba, mientras añadía que «ya nos cuidaremos los vecinos, tomaremos la justicia por nuestra parte, ya que nos han sacado la posibilidad en los que pagamos impuestos que la policía nos defienda».