Movilidad
Bird hará pagar a los usuarios las multas por aparcar los patinetes mal
Las dos firmas que operan en la ciudad han notado un número casi residual de estacionamientos incorrectos de los vehículos
La empresa de patinetes eléctricos de alquiler Bird repercutirá en los usuarios infractores la totalidad de la sanción que la Guardia Urbana aplique a la compañía cuando encuentre un vehículo aparcado donde no toca, es decir, en cualquier lugar que no sea los aparcamientos para los patinetes y bicicletas que hay por toda la ciudad. Así lo confirmó el director de Relaciones Institucionales de la firma, Javier Aparicio. De hecho, Bird ya ha enviado, a través de su aplicación, un mensaje a todos los usuarios recordándoles que el estacionamiento se tiene que efectuar siempre en los aparcamientos señalizados con una letra P de color negro en la app y añade que no hacerlo así supone el incumplimiento de la normativa municipal y que eso comporta una sanción económica.
El punto número 10 del artículo 63 de la modificada Ordenanza de Convivencia y Uso de Espacios Públicos de Tarragona, en lo referente a los vehículos de movilidad personal (VMP), que es como se conocen los patinetes eléctricos, contempla que estos «sólo podrán estacionar en las reservas existentes, que coinciden con las reservas para bicicletas». En este sentido, el catálogo de infracciones de tráfico vigente de la Guardia Urbana establece que «estacionar una bicicleta, ciclo o VMP entorpeciendo la libre circulación de las personas y otros vehículos, el acceso a los vehículos, el acceso a los inmuebles así como a los servicios públicos» y «atar una bicicleta, un ciclo o un VMP en los árboles, en los semáforos o en los bancos, o inutilizando el mobiliario urbano», suponen una infracción leve penada con una multa de 100 euros, que se puede reducir a 50 si se abona el importe en un periodo de tiempo determinado.
Paralelamente, Cristina Castillo, una de las cofundadoras de Reby, aseguraba que todavía no han tratado esta cuestión con el Ayuntamiento y sostenía que en las otras ciudades en las cuales operan, las sanciones por un mal uso de los VMP se pactan con los consistorios, de la misma manera que en quien repercute esta multa.
Tanto Bird como Reby, que pronto hará un mes que aterrizaron en Tarragona, defendieron que han notado un número casi residual de aparcamientos incorrectos en la ciudad. Aparicio situaba entre un 1 y un 3% la cantidad de malas prácticas por parte de los usuarios a la hora de estacionar los patinetes. No obstante, aunque han detectado varios casos, además de advertir a todos los ciudadanos que hacen uso de sus vehículos que serán sancionados en caso de no hacerlo correctamente, Aparicio explicaba que, como sus patinetes están geolocalizados, han reducido el diámetro situado en los aparcamientos que permite estacionar el vehículo y dejar de pagar por el trayecto, de manera que el usuario no lo pueda dejar en un árbol o en un banco próximo al aparcamiento de bicicletas y patinetes, sino que sólo pueda hacerlo en el mismo. Al respecto, el director de Relaciones Institucionales destacaba que su intención, como la del Ayuntamiento, no es sancionar a diestro y siniestro, sino concienciar de que hay que hacer un buen uso de los vehículos y que su presencia en la ciudad sea ordenada.
Por otra parte, Castillo explicaba que en el caso de la firma catalana se ha detectado sólo un 3,84% de estacionamientos de patinetes hechos de manera incorrecta, fuera del espacio reservado por esta finalidad. En este sentido, Reby dispone de una herramienta de control para asegurar que el aparcamiento se ha llevado a cabo correctamente a través de una fotografía que el usuario tiene que enviar al acabar el viaje. De esta manera, se envía un mensaje a cada uno de los usuarios que no estaciona bien el patinete eléctrico recordándole que lo ha hecho mal y pidiendo que lo haga correctamente.