Salud
El Hospital Joan XIII permite las visitas a los pacientes ingresados desde el lunes
La leve reducción de la pandemia ha llevado al centro a adoptar esta medida y las colas que se forman han sido objeto de algunas quejas
El Hospital Joan XXIII de Tarragona permite las visitas de familiares a los pacientes ingresados –los que no tienen covid-19– desde este lunes, de la misma manera que en el Sociosanitario Francolí. Se trata de una medida adoptada bajo criterios clínicos después de observar la leve reducción tanto de contagios como de hospitalizaciones.
De esta manera, las visitas están restringidas de 12 a 14 horas, sin cita previa, sólo hace falta presentarse en el hospital, donde se identifica al visitante y, una vez se le ha cogido la temperatura y se ha lavado las manos con gel hidroalcohólico puede subir a la habitación a ver a su familiar. Este proceso de identificación y de cumplimiento de medidas de seguridad ha provocado que en ciertos momentos se hayan producido colas en las puertas del centro hospitalario, hecho que ha sido objeto de alguna crítica en las redes sociales. Al respecto, desde Joan XXIII defienden que se revisará el protocolo y que se adaptará para mejorarlo si hace falta.
Desde que empezó la crisis sanitaria, el hospital se ha visto obligado a restringir las visitas de familiares a pacientes hasta en tres ocasiones, coincidiendo con las tres olas de la pandemia. En este sentido, los encuentros entre familiares e ingresados no estaban permitidos desde después de las fiestas de Navidad, cuando el número de casos incrementó considerablemente y la tensión hospitalaria también. Ahora, cuando las autoridades sanitarias han confirmado una pequeña mejora en la evolución de la epidemia, que se está viendo reflejada también con una calmada reducción de las restricciones sociales, el centro ha decidido, bajo criterios clínicos, volver a la posibilidad de visitar a los pacientes. No obstante, este horario está limitado entre las 12 y las 14 horas. Fuentes del centro hospitalario defienden que se ha limitado a sólo estas dos horas para evitar un tráfico constante por las instalaciones y garantizar así la seguridad tanto de los trabajadores sanitarios, de los pacientes y de los visitantes.
Por otra parte, el hecho de que se tenga que identificar a los familiares uno por uno en la recepción y se les suministre gel higienizando y se les tome la temperatura para asegurarse de que no tienen fiebre, uno de los principales síntomas del coronavirus, ha provocado estos días que se formaran colas en la entrada principal del hospital, también por el hecho que los visitantes han ido todos antes de las 12 horas para poder aprovechar al máximo el tiempo permitido. Eso ha sido criticado por algunos familiares a través de las redes sociales. Una mujer se quejaba ayer, por ejemplo, a través de Twitter, de que «es una vergüenza que en el Hospital Joan XXIII los familiares que queremos ver a los pacientes ingresados tenemos que hacer cola que se inicia una y dos horas antes de la hora permitida que, por cierto, ya dobla el edificio y en la que no hay distancia de seguridad porque alguien ha autorizado que todas las visitas se produzcan de 12 a 14 horas. ¿No podrían haber hecho unos horarios en función de cada planta?». Al respecto, desde el centro sanitario defienden que si hace falta se revisará el protocolo, pero que se ha decidido hacerlo así para facilitar las visitas, pero siempre manteniendo la seguridad ante el contagio, a la vez que agradecen la colaboración de la gente.
Fuentes del hospital, aseguran finalmente que, a pesar de estas limitaciones, siempre ha habido excepciones a la hora de hacer visitas. En pacientes infantiles, con deterioro cognitivo o madres que han dado a luz siempre han podido estar acompañados de algún familiar. Por otra parte, hay que destacar que sólo está permitida la visita de una única persona por paciente y eso provoca que, si dos personas están ingresadas en una misma habitación, los visitantes podrían coincidir. Desde el hospital aseguran, pero que siempre está la distancia óptima para evitar el contagio y que, con las medidas higiénicas, además, se reduce esta capacidad de contagio. Finalmente, reiteran que los planes de contingencia son protocolos dinámicos, como la misma pandemia, y que en función de los acontecimientos se van revisando y se toman las medidas convenientes.