Internan en un centro al menor que agredió a un joven en el barrio de la Granja

El menor que agredió a un joven en el barrio de la Granja el lunes ha sido internado en el Centro Educativo de Justicia de Can Llupià, en Barcelona. El chico, de 17 años, fue detenido el martes por la tarde por los Mossos d'Esquadra después de que la víctima presentara una denuncia. Los agentes lo pusieron a disposición de la Fiscalía de Menores de Tarragona, que vio indicios suficientes para pedir el internamiento como medida cautelar. El juez lo consideró oportuno y estará en el centro, que es de régimen cerrado, hasta el día del juicio. El agresor tenía varios antecedentes.

Tal como adelantaba ayer DiariMés, un joven del barrio de la Granja fue agredido por un chico menor de edad con una piedra en la cabeza, después de que el atacante lo amenazara el pasado 15 de febrero con una navaja. Todo empezó cuando el menor pidió un cigarrillo al joven, que le dijo que no tenía. Entonces, el atacante empezó una pelea e, incluso, le llegó a pinchar a las lumbares con una navaja, aunque no lo hirió. Además, cuando la víctima estaba en el suelo, uno de los tres acompañantes del agresor le clavó una patada al cap. Días más tarde, lunes, concretamente los dos chicos, que tienen amigos en común, se volvieron a encontrar, y el agredido le preguntó por qué lo había atacado. De nuevo se volvieron a pelear. Esta vez, el menor lo amenazó con una navaja y, durante la pelea, acabó tirándole una piedra en la cabeza, causándole heridas por las cuales necesitó varios puntos de sutura. La víctima iba acompañada de un amigo y se marcharon después de recibir más amenazas por parte del chico de 17 años y residente en el barrio de Icomar. Unas amenazas que se siguieron produciendo durante el mismo día a través de las redes sociales. Finalmente la víctima presentó denuncia y explicó en los agentes que no lo había hecho la primera vez por miedo a represalias.

Los Mossos acabaron deteniendo al menor, que ya ha sido internado en el Centro Educativo de Justicia de Can Llupià, en Barcelona, que es de régimen cerrado, es decir, que todas las actividades se llevan a cabo dentro del centro. El chico acumulaba antecedentes por delitos de robo con violencia, robos con fuerza y por lesiones en peleas en las cuales había participado.