Comercio
Bodega Enric: día 1 de la nueva era
Este martes se han estrenado los nuevos propietarios del negocio de la plaza del Fòrum de Tarragona
«Nos hemos despertado con muchísima ilusión, muchas ganas de venir, abrir la puerta y esperar a ver qué nos deparaba el día. Estamos con las emociones a flor de piel», explicaba este martes Georgina Fa, nueva propietaria de la Bodega Enric, situada en el número 3 de la plaza del Fòrum de Tarragona. Ella, junto con su compañero Gerard Esquerre, toman el relevo a Enric Romeu, propietario del popular comercio que, a la edad de 63 años, ha decidido que ha llegado la hora de terminar. Este martes, pues, era el primer día de la pareja detrás del mostrador, y también el comienzo de una nueva etapa personal y profesional. Gerard deja atrás el sector de la banca y Georgina, técnica auxiliar de farmacia, dedicará las horas libres a echar una mano en la tienda.
El relevo ha llegado después de que Enric decidiera que era un buen momento para terminar: «Hace poco cambié de local, antes estaba en el número 7, y ahora estoy en el 3. Al ver que la bodega seguía funcionando bien, pensé que si encontraba a alguien que se lo mereciera, los empujaria para que se la quedaran. Aparecieron Gerard y Georgina, y ya es suya».
Todo fue dicho y hecho, detallan los nuevos propietarios, porque fue a través de un familiar directo, cliente habitual de la tienda, que supieron que se traspasaba el negocio. «Enseguida vi que eran los propietarios perfectos», explica Enric, quien asegura que «saben más de vinos que yo y, además, tienen muchas ganas».
Aunque la coyuntura podría no parecer favorable a liarse la manta a la cabeza como este, el antiguo propietario asegura que, todo lo contrario, es un buen momento: La pandemia ha hecho que la gente no tenga tanta movilidad, que consuma más en casa. Eso, sumado al hecho de que ahora ya somos la única bodega que ha queda en la zona, ha hecho que hayamos trabajado bien. Y cuando el turismo se empiece a recuperar y se vuelvan a alquilar las viviendas de uso turístico, todavía irá mejor».
Enric asegura que el secreto de todo es «disfrutar del trabajo», y pronostica que los nuevos propietarios «no se harán millonarios, pero un jornal sí que lo tendrán».
Gerard y Georgina aseguran sentirse muy cómodos con el perfil de la bodega, en la que la apuesta está mayoritariamente por el producto de proximidad, aunque señalan que, seguramente, irán ampliando la oferta, porque cada vez el público pide más cosas. Así lo certifica Enric, quien asegura que al cliente cada vez sabe más: «Hace diez años, estar con una copa de vino en la calle era casi algo de borrachos. Después, pasó a ser esnob. Y ahora, es algo normal. La gente sabe más, cuando se pone un vino en la boca sabe qué está bebiendo y si le gusta o no». Un hecho, aseguran los nuevos propietarios, que aprovecharán para ir introduciendo pequeñas novedades que de momento no quieren desvelar. La que sí que se puede explicar es el nombre que tendrá la bodega a partir de ahora: Gerard . El cartel ya está encargado y, dentro de pocos días, ya estará colgado.