Seguridad
Las denuncias por delitos sexuales en el Tarragonès cayeron un 30% en 2020
La cifra de denuncias por agresión sexual se mantuvo, pero la de abuso sexual cayó casi a la mitad con respecto al 2019
El número de denuncias registradas por los Mossos d'Esquadra del Área Básica Policial (ABP) del Tarragonès con relación a delitos sexuales sufrió una bajada del 30% en 2020, con respecto a las cifras del 2019. Una caída producida básicamente por el descenso a casi la mitad de las denuncias presentadas por abuso sexual, que pasaron de 80 a 44 de un año al otro. Por otra parte, las denuncias por agresión sexual se mantuvieron, de 38 en el 2019 a 37 en 2020. Finalmente, con respecto al delito de acoso sexual, se presentó una única denuncia en 2019 y dos el año pasado. Hay que recordar que la diferencia entre abuso y agresión sexual es que en el segundo caso el atacante atenta contra la libertad y la indemnidad sexual de la víctima haciendo uso de la fuerza y la violencia. Así, la violación es una agresión sexual con penetración.
Con estos datos sobre la mesa, hay que destacar que, si bien en marzo y abril de 2019 fue cuando la comarca registró más denuncias por abuso sexual, un total de 10 cada mes, junto con las 12 presentadas el mes de julio, el confinamiento provocó que la cifra cayera a cero en abril de 2020, siendo, junto con diciembre, los únicos meses del año pasado en que no se presentó ninguna denuncia por este delito.
En Cataluña, el departamento de Justicia ofrece un servicio de ayuda a través de la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito (OAVD). Durante el 2020, este servicio atendió a un total de 12.486 víctimas de todo tipo de delitos, de las cuales 820 habían sufrido abuso, agresión o acoso sexual. Con respecto a la oficina del Campde Tarragona, del total de 1.621 víctimas que atendió, 125 habían sufrido un delito contra la libertad y la indemnidad sexual. Eva Bourman, responsable del OAVD en el Campde Tarragona explica que «prestamos una atención integral de la persona que ha sido víctima del delito sexual, valoramos sus necesidades y las gestionamos desde la misma oficina o desde otros servicios especializados con los cuales trabajamos coordinadamente». Estos pueden ser los servicios sociales y la atención primaria, los Mossos d'Esquadra, servicios de orientación jurídica, el departamento de Salut, la Fiscalía y los Juzgados y los servicios penitenciarios, que en muchos casos informan directamente a la víctima del estado penitenciario de su agresor, según relata Bourman.
La responsable del OAVD explica que a la hora de hacer el seguimiento de la víctima, «nos fijamos mucho en la persona y en qué momento del proceso judicial se encuentra» y añade que «es muy duro, estos delitos tienen una mayor incidencia en la víctima». En este sentido, Bourman explica que «intensificamos el seguimiento y la atención en función de cada caso, ya que la finalidad es ayudar y acompañar y no angustiar». La atención a la víctima de delitos sexuales se divide en tres grandes bloques : la ayuda psicológica, el apoyo en el proceso judicial y la información sobre ayudas económicas que puede recibir. De esta manera, Bourman comenta que en la oficina «tenemos un psicólogo que intenta encontrar el recurso terapéutico que más se ajuste a la víctima según sus necesidades». Al respecto, la responsable del centro aquí en Tarragona explica que lo primero que se hace es una exploración para detectar las necesidades y la situación de la persona con el fin de llegar a unos resultados de recuperación asumibles. Por otra parte, Bourman explica que, con respecto al apoyo en el proceso judicial, además de aportar toda la información a la víctima sobre este, se la prepara para el acto de juicio oral. Desde la oficina también se informa a la víctima de todas aquellas ayudas económicas que puede recibir, estudiando las posibilidades y valorando si es susceptible de recibirlos.
Finalmente, la responsable del OAVD, que reconoce que, a pesar de atender víctimas de todo tipo de delitos, «la violencia de género ha tenido un peso importante en nuestro trabajo», asegura que en los últimos años han notado un cambio en positivo en el hecho que «hay una mayor sensibilización y un mejor trato hacia este tipo de casos, sobre todo desde los órganos judiciales. Se ha ganado mucho».