Diari Més

8 M

Homenaje a las once mujeres muertas en Les Oblates durante el franquismo

Al acto también se recordó Elisa Cardona, única mujer fusilada en la provincia de Tarragona

Unas cincuenta personas se reunieron ante Las Oblatas, en la calle del Portal del Carro.

Homenaje a las once mujeres muertas en Les Oblates durante el franquismoOlívia Molet

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Una cincuentena de personas recordaron este sábado a las once mujeres muertas en el convento-prisión de Les Oblates, en la calle Portal del Carro de Tarragona, durante los primeros años del franquismo. Como cada 7 de marzo, durante la víspera del día de la Mujer, el Fòrum de Tarragona per la Memòria realizó el homenaje, en el cual también se ha recordado la figura de Elisa Cardona, única mujer fusilada durante la dictadura en la provincia de Tarragona.

A causa de las restricciones por la pandemia, el formato del acto varió respecto los años anteriores, aunque el número de asistentes se ha mantenido de forma bastante similar. Esta vez la duración se ha acortado y no asistieron músicos, por lo que el homenaje se ha ceñido enleer un manifiesto y las fichas de las once mujeres muertas en Les Oblates.

El 6 de junio de 1939, ante la sobrepoblación de la prisión de Pilats en Tarragona, unas 150 mujeres fueron trasladadas a la prisión-convento. «A finales de verano ya eran unas 700, y hay quien dice que se llega en picos de 1.500», detallaMontse Sans, coordinadora del Fòrum de Tarragona per la Memòria. Les Oblates funcionó como en la prisión de 1939 en 1941, «cuando hubo un gran traslado a Les Corts de Barcelona», recuerdaSans. Cuando menos, la coordinadora de la plataforma concretaba que hasta 1943 «todavía hubo presas».

Teodora Prieto, Francisca del Pilar, Dolores Díaz, Mercedes Velasco, Ernestina Sobredo, Carmen Lucas, Ana Gómez, Aurora Recas, Amparo Alegra, Emiliana Gonzalez y Maria Grau fueron las once mujeres muertas en la prisión-convento de Les Oblates durante los dos años en funcionamiento. «Era un espacio que no estaba habilitado para hacer de prisión», explica Sans. Después de la llegada de las presas de Pilats, empezaron a venir mujeres de todo el país, especialmente de Madrid. «Rápidamente se superpuebla y están los mismos problemas que en Pilats», relatala coordinadora del Fòrum de Tarragona per la Memòria.

Frío en invierno, calor en verano, o la escasez de comida –pan y patatas como alimentación casi única– fueron unas condiciones que llevaron a muchas mujeres a debilitarse y enfermar. Once de ellas acabaron muriendo. Además, «estaban sometidas a mucha presión por la represión, con castigos físicos y psicológicos. Se las obliga a cantar el Cara al Sol, a formar en el patio o a asistir a misa, cuando quizás no eran creyentes. Había una presión a fin de que recuperaran el camino perdido», dice Sans.

Las organizadoras leyendo las fichas de ingreso en la prisión de las 11 mujeres muertas al convento Las Oblatas durante el franquismo, en el homenaje organizado por el Foro de Tarragona por la Memoria.

Homenajean las once mujeres muertas durante el franquismo en el convento-prisión de Les Oblates de Tarragona en el marco del 8-MACN

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