El Ayuntamiento de Tarragona pasará a controlar las inspecciones en los edificios de la Parte Alta

El Ayuntamiento de Tarragona asumirá el control de las inspecciones técnicas en los edificios en mal estado de la Parte Alta. Hasta el momento, la tarea va a cargo de la Generalitat, pero delante la progresiva la degradación en el casco antiguo de la ciudad, el consistorio ha decidido coger el control durante este 2021. El Ayuntamiento también trabajará para abrir una línea de ayudas para reparaciones en inmuebles del barrio que presenten deficiencias. Además, el consistorio está estudiando la posibilidad de crear espacios para la ciudadanía en aquellos solares que están quedando vacíos y en desuso después de un derribo.

Por ley, la Generalitat de Catalunya tiene que controlar las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE), según las cuales los propietarios de los inmuebles tienen que hacer una inspección del edificio con un arquitecto privado para valorar el estado. «Eso ahorala Generalitat no lo está controlando y, como también podemos cumplir con esta supervisión, la haremos nosotros», adelantaba a Xavier Puig. El conseller de Territoriaseguraba que «no se limitará sólo a las fachadas, sino al estado integral» y que «es una actuación que empezaremos a hacer este año a fin de que los edificios tengan las ITE correctos y correspondientes». A pesar de todo, Puig todavía no se atrevía a poner una fecha de inicio.

Desde el Ayuntamiento ven «plausible» que haya una treintena de edificios de la Parte Alta que requieran «algún tipo de intervención». Esta es la cifra de que apuntaba a principios de año a la Asociación de Vecinos Ara PartAlta. De esta manera, el consistorio quiere empezar a frenar la degradación del barrio, agravada los últimos meses. La noche del 7 al 8 de enero el número 28 de la calle de la Civaderia sufrió un peligroso desprendimiento y tuvo que ser derribado.

Con el control de las inspecciones técnicas, el Ayuntamiento cree que «les ayudará a estimular la rehabilitación y la reparación allí donde haga falta y, por lo tanto, fomentará la actividad económica», según Xavier Puig. El conseller de Territoritambién adelantó que el consistorio está estudiando abrir una línea «de ayudas a la reparación». En referencia a la rehabilitación de edificios, Puig detalló que la anulación del POUM por parte del Tribunal Supremo no tendría efecto: «Las nuevas normas urbanísticas impedirán que haya ninguna afectación a la normativa de rehabilitación de la Parte Alta y la modificación que se había hecho».

Problema de propiedad

Uno de los grandes impedimentos para el consistorio a la hora de actuar urbanísticamente en la Parte Alta es la propiedad de los edificios, ya que buena parte de los que se encuentran en un estado delicado son privados. Xavier Puig asumía que el Ayuntamiento tiene «algunos espacios por arreglar», pero animaba a los particulares a cumplir con su parte: «En los edificios es donde vive la gente y la calle es el lugar por donde pasan. Cada uno tiene que hacer su trabajo».

Por otra parte, son diversos los solares del barrio que han ido quedando vacíos los últimos años después de derribos. Los más recientes, al número 28 de la calle de la Civaderia o al 7 del de Granada. Ahora, el consistorio está estudiando internamente dar vida a estos espacios en desuso. «Podemos sacar provecho social y hacer plazas o rincones de convivencia», señalaba Monte. El conseller de Territori, sin embargo, avisaba de que desde Patrimoni«ponen en valor un segundo criterio, el estético, con las calles estrechas propias de la fisonomía medieval de la Parte Alta».