Economía
El Port de Tarragona prevé volver a los tráficos pre-covid en 2022
Mantiene su estrategia de inversiones después de cerrar el año pasado con una caída del 19% del tráfico de mercancías
El Port, que mantiene su estrategia de inversiones, ve el2021 como «un punto de inflexión». A modo de ejemplo, en lo que llevamos de año, el conjunto de enero y febrero ya suman un crecimiento del 13,2% del tráfico global con respecto al mismo periodo que el año anterior, cuando todavía no estaba en escenario covid-19. «No me atrevo a hacer una previsión de finales de año, pero nuestra percepción es recuperarnos durante este 2021 y visualizamos la confluencia con tráficos normales el año 2022; la tendencia de estos primeros meses acredita esta visión», ha concluido Cruset.
La actividad en un año de pandemia
El año 2020 se vio acondicionado por cinco hechos: el cierre del Port de una semana por el temporal Glòria, el paro del polígono químico por el accidente de IQOXE, la pandemia de la covid-19, el paro técnico de un mes de Repsol, la desaparición del tráfico de carbón y una cosecha nacional de cereales de récord que ha ralentizado las importacions.
De los 26,8 millones de toneladas que movió el Port tarraconense el ejercicio pasado, 18,3 corresponden a los granels líquidos, que registraron un descenso del 13,6%, en buena parte por el efecto del crudo de petróleo. El crudo -con un total de 7,1Mt- descendió en una cuarta parte respecto de lo que se movió el año 2019, el mejor año de la historia del Port.
Con respecto a los granels sólidos, la caída fue del 33,3%. Destaca especialmente el decrecimiento del carbón, de hasta el -65%. La otra gran asignatura pendiente del Port, según ha reconocido Cruset, es la carga general de contenedores. También en línea decreciente en los últimos años, el tráfico de contenedores se ha situado entorno los 44.000 TEUs.
«El Port estará en las mejores condiciones para crecer en carga general a partir de 2023», ha garantizado Cruset. En torno a esta fecha coinciden la entrada en funcionamiento de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), la entrada en servicio del corredor mediterráneo y el arranque operativo de la terminal intermodal de Guadalajara.