Quejas porque ningún servicio custodia los perros perdidos en Tarragona

Aguantar durante dos horas a unrottweiler, un perro de raza peligrosa, perdido en la calle y sin conocer su comportamiento es un reto. Y es el que tuvo que hacer Lídia Victorio, vecina de Tarragona, el pasado viernes cuando se encontró el casa en la zona de la calle Marquès de Montoliu, desorientada. Y lo tuvo que hacer porque, según lamenta, nadie del consistorio ni de la Guardia Urbana se hizo cargo del animal hasta que llegó el transportista del servicio de urgencia de recogida de animales perdidos que lo llevó en el Centro de Recogida y Acogida de Animales Municipal de Tarragona (CRAAMT).

Victorio explica que hacia las 19 horas fue a buscar a su hija al entrenamiento de baloncesto al colegio Sagrat Cor, «cuando vimos un perro cruzar por el medio de un cruce de la calle Santa Joaquima de Vedruna mientras los coches lo esquivaban para evitar el atropello». Según relata, se dieron cuenta de que estaba perdido y desorientado y como no mostraba signos de agresividad decidieron cogerlo con el fin de evitar que se produjera ningún tipo de accidente y lo ató con la correa de su bolso para evitar que se escapara, con la ayuda de otro padre.

Victorio llamó al 112, que se pusieron en contacto con la Guardia Urbana y, según la vecina, «aquí viene el desamparo más absoluto». «Dijeron que no se podían ocupar y que avisaban al servicio de urgencia, de que es la Última Llar de Reus, para que vinieran a recogerlo para llevarlo al centro de acogida de aquí de Tarragona», explicaba Victorio. El CRAAMT trabaja cada mañana de lunes a viernes. Mientras esperaban que llegara el servicio de urgencia, una dotación de la Guardia Urbana se detuvo donde se encontraban, según explica la vecina, y también les dijeron que ellos no se podían hacer cargo «porque ellos tenían que estar libres para atender accidentes», recuerdaVictorio, sorprendida, la respuesta de los agentes. «Entonces teníamos que soltar al rottweiler ¿Y cuando ocasionara el accidente ya sería el momento en que la policía daría respuesta al problema? Indignante», añadía a Victorio.

La vecina sigue explicando que, hasta que no llegaron a recogerlo, casi al cabo de dos horas, tuvieron que aguantar al perro sujetándolo por el collar, mientras pasaban otros perros. «Estábamos asustados porque no sabíamos cómo reaccionaría ante los otros animales que pasaban y también nos expusimosnosotros mismos, ya que es un perro de raza peligrosa y no conocíamos su comportamiento», sostiene a la vecina. «En definitiva –finalizaba Victorio-, aquí en Tarragona nadie se ocupa oficialmente de retener a los perros con las consecuencias que eso puede tener para la ciudadanía».

A pesar de todo, desde el consistorio aseguran que normalmente el servicio de recogida es más rápido y que en función de los efectivos de la Guardia Urbana, si pueden, se quedan custodiando los animales perdidos en la ciudad. En municipios como Creixell o Cambrils, por ejemplo, el protocolo de la policía local es mucho más claro. En la comisaría del municipio del Tarragonès disponen de un pequeño espacio adaptado para custodiar los animales en este tipo de casos, con comida y tejado, hasta que aparece el propietario o se lleva a la protectora.