El silencio, protagonista del opúsculo de la Germandat de Jesús Natzarè de Tarragona
La entidad organiza un acto con unas setenta personas con una conversación entre Octavi Vilà, Jordi Bertran y Joaquim Garrigosa
La Reial Germandat de Jesús Natzarè de Tarragona presentó ayer su opúsculo. A pesar de ser el segundo año sin Semana Santa de forma consecutiva, la entidad no ha dejado de editar su libro anual, que este año tiene el silencio como protagonista. El acto se llevó a cabo con un formato híbrido, ya que una setentena de personas asistieron como público presencialmente a la iglesia de Sant Miquel del Pla, mientras que varios espectadores lo pudieron seguir desde sus respectivas casas, ya que se emitía telemáticamente en directo. La presentadora fue la periodista Laura Casas y contó con la presencia del abad de Poblet, Octavi Vilà, además del gestor cultural Jordi Bertran y el musicólogo Joaquim Garrigosa.
La temática del opúsculo del 2021 de la Reial Germandat de Jesús Natzarè es el silencio. Ayer, cuando faltaría una semana por la procesión de los Natzarens el Martes Santo, la entidad lo presentó en su sede, la iglesia de Sant Miquel del Pla. «Este año el protagonista es el silencio, la reflexión. Nosotros queremos dar una mirada mucho más intimista a nuestra Semana Santa y hacer una mirada al pasado, cuando era mucho más silenciosa», explicaba Jaume Saez. El presidente de los Natzarens eludía un debate recurrente de los últimos años –la conveniencia de las bandas de timbales– y aseguraba que no querían «generar polémica, sino dar unas pautas de reflexión».
Por este motivo, la entidad organizó una charla a tres bandas con tres personas que pondrían sobre la mesa diferentes puntos de vista. Por una parte, Octavi Vilà, el abad de Poblet, sobre quien Saez decía que «no hay nadie mejor para hablar del silencio que un monje». Por otra parte, el gestor cultural Jordi Bertran y el musicólogo Joaquim Garrigosa completaron la mesa con opiniones desde otros ámbitos. «Hay gente a quien el ruido le gusta más, gente a quien menos, de la misma manera que hay quien prefiere bandas de música como las de antes», detallaba Saez. El presidente de los Natzarens, una hermandad con dos bandas de cornetas y timbales –la infantil, que acompaña el Cirineu, y la adulta, con la Verònica– reconocía que «a algunas cofradías a las bandas les han ayudado a reavivar». En el caso de la Verònica, «como siempre ha ido a hombros, ha convenido llevar un acompañamiento rítmico», decía Saez.
El silencio y la reflexión son elementos muy importantes dentro de la Semana Santa tarraconense. Así lo defendía Jaume Saez: «A veces no nos damos cuenta de ello, pero hay muchas personas anónimas que el Martes o Viernes Santo se ponen el capirote y les sirve para reflexionar sobre su vida». Precisamente, es el caso del presidente de la Reial Germandat de Jesús Natzarè, que en vez de ejercer la presidencia de forma tradicional, lo hizo bajo un capirote durante los dos primeros años de mandato, aunque los dos últimos se habrá quedado sin desfilar a las procesiones por culpa de la pandemia.
El opúsculo de este año cuenta con 60 páginas y unos 1.200 ejemplares, con una gran presencia de imágenes: «Las fotografías están muy bien conseguidas, ya que son de las calles de Tarragona vacías,» según Saez. El presidente detallaba que se trata de «unopúsculo triste, ya que es el reflejo de la pandemia y los años que estamos viviendo». El próximo martes los Natzarens tendrían que hacer su procesión. Cuando menos, realizarán un viacrucis por el interior de la iglesia de Sant Francesc. «Es nuestro día y lo tenemos que celebrar», defendía Saez.