El barrio del Port de Tarragona reivindica el uso vecinal del edificio de la calle de Santiyán

No es la primera vez que el barrio del Port reclama que el edificio del número 8 de la calle Santiyán sea para los vecinos. La última reivindicación, sin embargo, la llevaron a cabo en forma de mural, el cual muestra cómo podría quedar el patio de la finca si se adecuara y se abriera al público.

Según explicaba la presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio del Port, Carme Puig, «hace tiempo ya reclamaban la rehabilitación del edificio, pero hace poco lo hemos podido ver por dentro y está en buen estado». Puig recuerda que, en un primer momento, el regidor de Patrimonio del consistorio, Herman Pinedo, les dijo que la idea era venderlo, pero un tuit del edil d'En Comú Podem, en el cual se veía una foto aérea del patio y decía que este se había limpiado, ha vuelto a generar dudas entre los vecinos sobre cuál será el futuro del espacio.

Así las cosas, Puig dice que el barrio quiere conocer qué intenciones tiene el Ayuntamiento por el edificio y piden que, al menos los bajos y el jardín, sea de utilidad vecinal. «La parte de abajo del bloque se podría convertir en un centro cívico, o un espacio para las personas mayores, con salas para reunirse, etc. En definitiva, podría ser un lugar dónde llevar todo tipo de actividades por parte de la gente del barrio», señalaba la representante vecinal, que lamentaba que «faltan instalaciones de este tipo en la zona y, a la vez, aseguraba que abrir el patio también al público supondría ganar un espacio muy valioso para sentarse y descansar».

Por todo eso, el sábado por la mañana, la entidad vecinal, conjuntamente con el colectivo Red de la Marina, llevaron a cabo una acción con la cual colocaron un mural en el cual se puede observar un dibujo como a propuesta de lo que se podría convertir en el patio, con arbolado y bancos, y con el mensaje: «Edificio y patio de Santiyán por el barrio».

El bloque, construido el siglo XIX, está abandonado desde los años ochenta, aproximadamente, y en su día fue un convento, después una escuela y, finalmente, un cuartel de policía.