Política Municipal
El Ayuntamiento de Tarragona aprueba el modificativo de crédito con reproches de la oposición
El PSC, Ciudadanos, el PP y los concejales no adscritos no dieron apoyo y denunciaron que muchas propuestas son erróneas
El Ayuntamiento de Tarragona aprobó ayer el modificativo de crédito para complementar los presupuestos del 2021 a partir de 12 millones del remanente del ejercicio anterior. En una sesión con constantes reproches hacia la dirección del consistorio, la línea económica obtuvo los votos favorables ya conocidos del equipo de gobierno, formado por Esquerra Republicana y En Comú Podem, y por Junts perTarragona y la CUP. La aprobación del modificativo de crédito fue posible también gracias a la abstención del PSC y Ciudadanos. Por su parte, el PP y la concejala no adscrita Sonia Orts votaron en contra, mientras que el otro concejal no adscrito, José Luis Calderón, no estaba presente en el momento de la votación. Por otra parte, también se aprobó el modificativo de crédito por el Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona (IMSST), se dio cuenta de la liquidación de los presupuestos del 2020 del mismo IMSST y del Patronato de Turismo, y también se aprobó la modificación de la relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento. Todo en un pleno en el cual Inés Solé se estrenó como concejala de la CUP en sustitución de Laia Estrada.
El pleno extraordinario celebrado ayer telemáticamente estuvo marcado por los reproches hacia el gobierno de los partidos que no dieron apoyo a la aprobación del modificativo de crédito. «Que hayan sobrado 12 millones de euros de remanente no está justificado y menos este último año. La ciudadanía ha cumplido con el contrato que tiene con el Ayuntamiento, sobre todo a nivel de tasas, pero el Ayuntamiento no ha hecho su parte», lamentaba Sandra Ramos. La portavoz del grupo municipal socialista consideraba que el modificativo de crédito no solucionaba la crisis socioeconómica actual y expresaba que «la prioridad tendría que ser ver reflejada la ayuda en las personas y los sectores que peor lo están pasando».
Las críticas también llegaron desde Ciutadans, que optaron por la abstención. Lorena de la Fuente lamentó que el gobierno «no hubiera tenido en cuenta» las iniciativas surgidas de su grupo –como el plan de choque por los barrios, la mejora de comedores sociales o dignificar el Mercado de Bonavista- y denunciaba que «directamente se nos presentara la propuesta ya pactada con los socios de investidura». La concejala naranja concluía que «nuestras propuestas siguen siendo válidas gobiernequien gobierne».
Quien votó en contra fue el PP y Sònia Orts. Ambos veían con buenos ojos algunas de las medidas previstas por el modificativo de crédito, pero inexistentes o insuficientes de otros. El popular José Luis Martín pedía poner más esfuerzos en el turismo o el comercio y bajar los impuestos «si tiene que sobrar dinero». Por su parte, la concejala no adscrita reprochaba al gobierno el hecho de «invertir 800.000 euros en la ruta modernista y la reforma de la Quinta de Sant Rafel o 200.000 euros para un nuevo skatepark con los tiempos que corren», aparte de exigir que «se cumplan los convenios con los trabajadores».
Jordi Fortuny, fue el encargado de salir al paso de las críticas en el gobierno. El consejero de Servicios Generales justificó el movimiento de dinero para cuadrar el modificativo de crédito y el pago de préstamos pendientes: «No soy ninguno trilero , en todo caso decimos claramente dónde está la bolita en cada momento». Además, recalcaba que el complemento presupuestario aprobado ayer «recoge las demandas que todos los grupos han ido realizando desde diciembre». El voto favorable de Junts per Tarragona y la CUP fue clave para sacar adelante el modificativo de crédito de 12 millones de euros. El portavoz de Junts, Dídac Nadal, justificaba a las ayudas a entidades culturales y deportivas porque «ayudan a la cohesión de la ciudad y a nuestra gente, por lo que su pervivencia es una auténtica necesidad». Eva Miguel, portavoz de la CUP, celebraba que las anticapitalistas «hayan ido marcando la agenda de vivienda del Ayuntamiento».
Un millón para Servicios Sociales
El otro punto caliente del pleno fue la aprobación del modificativo de crédito para el IMSST, resuelto con 14 votos favorables y 13 abstenciones. Todos los grupos que no dieron el visto bueno criticaron que en un contexto pandémico no se agotara todo el presupuesto para hacer frente a la emergencia social y que este modificativo no obtuviera un incremento mayor. Carla Aguilar, consejera de Servicios Sociales, argumentó la apuesta de un millón «que sirva para tener un parque de viviendas públicas» y aseguraba que no pretendía «dar excusas, sino explicaciones».