El gobierno de Tarragona apuesta por una cooperativa de vivienda en el edificio de Santiyán

El Ayuntamiento de Tarragona ve la cooperativa de vivienda como mejor opción para el edificio del número 8 de la calle de Santiyán, en el barrio del Port. Así lo confirmó a DiariMés el concejal de Patrimonio y de Vivienda del consistorio, Hermán Pinedo, que señalaba que este proyecto consistiría en «ceder el bloque a una cooperativa cuyos socios serían los encargados de rehabilitarlo», ya que, según indicó, el Ayuntamiento no tiene la capacidad económica necesaria para llevar a cabo la reforma. En este sentido, Pinedo defendía también que los locales de la planta baja y el patio tuvieran un uso público para el barrio, tal como reclamaban los vecinos del Porten una acción reivindicativa el pasado sábado día 27 de marzo.

El edificio fue en un primer momento un convento, después una escuela y finalmente un cuartel de policía, y se encuentra abandonado desde los años ochenta. Pinedo explicaba que en los últimos días se ha limpiado el jardín y «ahora tenemos que apuntalar la parte en peor estado del edificio y después tenemos que limpiarlo por dentro». El edil de En Comú Podem también recordó que «el bloque estaba incluido en un convenio que hizo el anterior gobierno con Incasòl y nosotros lo hemos sacado, porque entendemos que tiene que tener un uso por parte de la ciudad y tiene que poder decidir el Ayuntamiento cuál será su futuro, ahora es 100% municipal». No obstante, Pinedo señalaba que se trata de un gran espacio y que el consistorio no tiene la capacidad económica necesaria para hacer la rehabilitación, motivo por el cual ve con buenos ojos la opción de la cooperativa de vivienda. Los socios de esta serían los que rehabilitarían el edificio, que se cedería a la cooperativa, pero seguiría siendo de titularidad municipal.

«Hay que hacer un proyecto que implique espacios cívicos en las plantas bajas, que sean de uso público, en la línea de lo que planteaban los vecinos, y vivienda social en las plantas de arriba», decía el concejal Pinedo, que remarcaba, sin embargo, que antes hay que llevar a cabo todas estas tareas de limpieza y reforma de las partes más afectadas estructuralmente. Finalmente, el edil, que reconocía que se trata de un proyecto a largo plazo, no descartaba la opción de abrir el jardín a los vecinos del barrio en un futuro más próximo, ya que sería una actuación que no requeriría ninguna obra, más allá de una limpieza a fondo y algunas tareas de adaptación para el uso público.