Las secuelas de la covid superarán el tiempo de la baja de larga duración

Las secuelas que la covid-19 ha dejado en muchas personas que han sufrido la enfermedad pueden alargarse en el tiempo y, en muchos casos, superarán el tiempo de la baja de larga duración. Cuando ya hace un año del inicio de la pandemia, sindicatos y abogados prevén que empiece a ir en aumento el número de personas que no podrán volver a trabajar con normalidad, ya que siguen sufriendo las consecuencias de la infección, que pueden llegar a ser permanentes. Varios ámbitos laborales buscarán que se reconozca el coronavirus como enfermedad profesional o, incluso, la invalidez. Sindicatos y abogados alertan de que los tribunales médicos pueden colapsarse los próximos meses y temen que se dicte la reincorporación de trabajadores con secuelas, por lo que la situación se podría agravar todavía más.

La pandemia de la covid-19 se ha acabado convirtiendo en un baile de cifras diario, sobre todo de mortalidad. Cuanto menos, la mayor parte de la gente que ha sufrido, sufre y sufrirá la enfermedad sobrevivirá. Aun así, algunas de ellas pasarán por un peaje: las secuelas. Las afectaciones después de pasar la covid que han aparecido más son pulmonares, musculares, neurológicas y mentales. Todas ellas pueden alargarse más allá del año que dura una baja de larga duración y pueden llegar a no desaparecer nunca. Así pues, a punto de cumplirse 13 meses de pandemia en el país, los expertos prevén el inicio de una situación que se puede volver compleja de desencallar.

«El panorama es muy incierto», advierte Elisabeth Foix. La responsable de Salud Laboral de CCOO en Tarragona explica que como a la gran mayoría de trabajadores «no se les reconoce la covid como enfermedad profesional, se les da la baja comúnsin saber cuál llegará a ser la duración de las secuelas». El periodo máximo de las bajas de larga duración es de un año, aunque se puede prorrogar medio año más. De esta manera, ahora los primeros enfermos de covid que todavía acarrean secuelas se podrían tropezar consigo con una reincorporación que les puede agravar la situación.

Enfermedad laboral o invalidez

Hoy por hoy, ya se están estudiando varios mecanismos con el fin de defender a las personas que han sufrido la covid y que pueden tener que volver al trabajo sin haber terminado del todo. «Hay incumplimientos de protocolos, hay mutuas que ponen por delante el criterio económico y estamos continuamente batallando con las empresas a fin de que a los trabajadores contagiados se los reconozca como accidente laboral», relata Foix. A principios del pasado mes de febrero, el gobierno español reconoció, mediante un decreto-ley, el coronavirus como enfermedad profesional para el personal sanitario. Como este colectivo no se detuvo con el confinamiento total de la primavera de hace un año, es posible «que las secuelas aparecieran mucho antes y que se les diera de alta, por lo que tendremos que ver la afectación a lo largo del tiempo», advierte Joan Llort, secretario general de la UGT en Tarragona.

Por otra parte, si las secuelas son severas y nunca desaparecen, pueden llevar a un trabajador a tener serias dificultades para ejercer su trabajo en condiciones óptimas. «A día de hoy no nos consta que se haya dado ninguna incapacidad permanente por secuelas de la covid-19, pero es cuestión de tiempo», vaticina Roser Garcia. La abogada tarraconense asegura que de entre todas las secuelas las que traerán más problemática ante los jueces serán las mentales: «Será difícil demostrar pérdidas de memoria o faltas de concentración». Garcia advierte que «dependerá de la gravedad de las secuelas que el tribunal médico las valore y las considere como invalidantes o permanentes», que pueden ser parciales o, incluso, absolutas. De esta manera, trabajadores con secuelas severas no podrán ejercer las mismas funciones que hacían hasta el momento del contagio.

Un proceso largo

Hoy por hoy, una de las principales preocupaciones de sindicatos y abogados es que el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas y Sanitarias (ICAM) se acabe colapsando. A causa del incremento previsto de casos de personas con secuelas que se les acaba la baja, «puede ser que los problemas se alarguen o, incluso, que se den altas sin pasar por los tribunales, cosa que sería todavía mucho más grave», advierteJoan Llort. El secretario general de la UGT en Tarragona explica que «alguien puede recibir el alta y no estar al 100%, y pueden venir sanciones o despidos». Llort explica que han detectado que la problemática puede afectar a las mujeres y, aparte del personal sanitario, «los profesionales del sector servicios y la gente con contratos temporales».

El tribunal médico del ICAM es quién dicta si el trabajador obtiene el alta, si una baja se puede prorrogar o si una incapacidad es permanente. Si una persona es dada de alta, pero cree que no está en condiciones de volver al trabajo a causa de las secuelas, puede recurrir a la justicia. «Si se opta por la vía judicial, el plazo hasta tener sentencia puede ser de dos años», calcula Roser Garcia, que asegura que «los juzgados de Tarragona están ahora mismo colapsados». De esta manera, se podría dar el caso de una persona que no obtiene la prórroga de la baja y tiene que volver al trabajo a pesar de sufrir secuelas de la covid. En este caso, «puede haber recaídas», avisa la abogada.