Los sanitarios tarraconenses, con ayuda psicológica, laboral y jurídica

Los diferentes colegios de médicos de Cataluña están buscando los últimos meses blindar y proteger al personal sanitario delante de la covid-19. Si este sector fue de los primeros a recibir la vacuna al ser uno de los más expuestos a la pandemia, después ha empezado una tarea compleja para ayudar los sanitarios que han sufrido el coronavirus y que se están encontrando con trabas de todo tipo. El paso más importante llegó el pasado febrero, cuando se reconoció la covid como una enfermedad profesional para los trabajadores de la sanidad. En más, desde el pasado mes de diciembre, el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona tiene en marcha una unidad de apoyo para los profesionales con covid persistente, es decir, aquellos que a pesar de haber superado la enfermedad, les han quedado secuelas importantes. Este peaje, aparte de afectar parcial o totalmente al rendimiento laboral, puede acabar comportando problemas de salud física y emocional. Por este motivo, el Colegio de Médicos ofrece a los socios una atención específica en materia laboral, prestacional, psicológica y jurídica.

De momento, el Colegio Oficial de Médicos de Tarragona ha tenido poca demanda durante los casi cuatro meses desde que el servicio se puso en marcha. Los colegiados que han pedido apoyo no llega a la media docena, hecho que sobre todo se explica porque Tarragona fue de los territorios catalanes con un menor impacto durante la primera ola de la pandemia, por el que el número de sanitarios que están sufriendo la covid persistente, es decir, las secuelas, todavía es bajo, aunque se espera que vaya en aumento los próximos meses. «La secuela más importante es la pulmonar, con insuficiencias respiratorias que a la larga pueden acabar en trasplantes de pulmón», avisa a Tani Francesch. La vocal del colegio tarraconense también habla de «dolores musculares y articulares, alteraciones cardiológicas, pérdidas de memoria, convulsiones o problemas de olfato», que pueden llegar a generar incapacidades.

Un servicio diverso

La unidad de apoyo para profesionales con covid persistente del Colegio Oficial de Médicos de Tarragona está gestionado por su trabajadora social y cuenta con tres asesores jurídicos, y ofrece cuatro tipos de servicios: laboral, prestacional, psicológica y jurídico. «Estamos pasando por un calvario ante las mutuas, sobre todo a la hora de reconocer que el sanitario se ha contagiado en el trabajo», detalla Francesch, que explica que «desde el colegio les podemos ayudar jurídicamente a fin de que se les reconozca la baja por enfermedad profesional». Pasada la baja laboral, que legalmente puede durar un año con una prórroga de medio más, el Colegio de Médicos velará para que la reincorporación de los médicos sea «sin guardias, por turnos, con una vuelta escalonada y adaptada», incide su vocal.

Si la reincporació al puesto de trabajo no es posible, Francesch pone sobre la mesa que a algunos sanitarios se les tendrá que otorgar la incapacidad, sea parcial o total. En este sentido, la vocal del Colegio Oficial de Médicos de Tarragona habla de las ayudas de protección social, que incluye la atención domiciliaria, aunque antes «se valorará el colegiado si necesita algún tipo de atención». Francesch pone énfasis en este programa de protección social: «Ha habido mucha demanda en Cataluña de parejas de médicos que no podían dejar a los chiquillos a los abuelos, se les daba una ayuda económica para poder contratar a alguien». Otra de las grandes secuelas del covid persistente son los problemas psicológicos. A través del Programa de atención integral al médico enfermo –que hasta ahora servía para ayudar sanitarios con problemas de adicciones– «podremos dar apoyo a los médicos que han sufrido la covid y han quedado con alguna secuela psicológica», relata Francesch. La vocal del colegio tarraconense asegura que «el impacto de la primera ola fue grande y los problemas irán aflorando en un futuro».