Tarragona conmemora los 90 años de la Segunda República con una lectura de documentos

El Ayuntamiento de Tarragona ha celebrado este miércoles un acto institucional en el salón de plenos para conmemorar los 90 años de la declaración de la Segunda República. Han participado representantes de los grupos municipales de ERC, ECP, PSC, Junts per Tarragona y CUP, que han leído textos institucionales, políticos y periodísticos de la época vinculados a la ciudad. Aparte, hasta finales de año, habrá varias actividades para profundizar sobre este periodo histórico y la posterior Guerra Civil y dictadura franquista. El alcalde de la ciudad, Pau Ricomà, ha adelantado que propondrá en el pleno que se declare el 14 de abril como Día de los valores republicanos.

El acto ha sido presidido por un busto de la Segunda República que el alcalde Pere Lloret regaló a las escuelas de la ciudad. Aunque estaban invitadas todas las fuerzas políticas, Ciudadanos, Partido Popular y los dos concejales no adscritos no han asistido.

El consejero de Memoria Histórica del ayuntamiento, Manel Castaño, ha explicado que hasta finales de año habrá una treintena de actividades relacionadas con la efeméride, entre conferencias, exposiciones, presentaciones de libros o talleres. La primera será este mismo miércoles por la tarde, con la inauguración de la muestra Tarragona republicana, 1931-1936.

Ricomà ha defendido que la Segunda República tiene un sentido «plenamente tarraconense» y ha recordado que a pesar de Tarragona ha sido tildada muchas veces de «conservadora y de ser una ciudad de funcionarios, militares y religiosos», en las elecciones de 1931 «casi tres de cada cuatro votos fueron para la coalición republicana». «Defender la República era y es sinónimo de defender los derechos de las personas, los derechos nacionales, colectivos y humanos», ha afirmado el alcalde.

Finalmente, ha destacado que la victoria del Frente Popular en 1934 supuso «la amnistía de Lluís Companys y de todos los presos y represaliados». «Es una de las cosas que separan una República real de una democracia formal: la existencia de presos y exiliados políticos», ha dicho. Y ha concluido: «los valores republicanos no pueden quedar como un refugio teórico, se tienen que defender hasta las últimas consecuencias».