El exquisito salto en la piscina de Joan Rioné

El otoño de 2011 se publicaba El calaix de l'artista, el libro con el cual se estrenaba la editorial tarraconense Piscina, un petit oceà. Aquel primer cuento, firmado por Joan Barrets y Anna Terricabras, supuso el salto en la piscina de Joan Rioné, que se estrenaba así en su faceta de editor. Debe años después, Piscina, un petit oceà cuenta ya con una veintena de libros publicados, un público fiel y varios premios que avalan el sello editorial y su apuesta para ofrecer cuentos ilustrados que rehúyen el imaginario tradicional, y en qué la palabra y la ilustración son escogidos y tratados con precisión. Otro rasgo característico del editorial es el compromiso con el territorio. Fruto de este, todos los pasos vinculados a la producción y la edición se hacen con profesionales y empresas locales.

Para celebrarlo, este Sant Jordi la editorial presenta dos novedades. La primera es el libro Piscina Poesía , una síntesis de los diez años de letras. El cuento, ilustrado por Maria Beitia y diseñado por Victoria Pazmiño, recoge fragmentos de los libros publicados hasta la fecha de hoy, en una miscelánea poética ilustrada. La segunda novedad del editorial es una travesura del editor, que ha decidido publicar una nueva edición del título más vendido, Formigues a la cuina, escrito por Joan Camises –uno de los seudónimos literarios de Rioné- e ilustrado por Marta Contreras. «Como en todos estos años la ilustradora ha evolucionado mucho y la editorial también, hemos querido hacer una locura y hacer el cuento de nuevo. Así es como el texto se ha retocado ligeramente y las ilustraciones, que en un principio sólo tenían que sufrir un lavado de cara, se han hecho todas nuevas. Mantenemos la filosofía original del libro, así que quien ya lo conozca no se sentirá decepcionado y quien lo vea por primera vez se encontrará un libro nuevo», explica Rioné.

Diez años de cuentos

A la hora de hacer balance, el editor asegura que «estos diez años han pasado volante», y se muestra satisfecho de «haber conseguido hacer un catálogo y haber ganado grandes premios que nos han dado visibilidad». Rioné admite también haber se «chungo algún porrazo», pero no se lamenta «porque siempre hemos hecho los libros de que hemos querido hacer». Joan apunta que, a pesar de la experiencia adquirida, todavía no ha conseguido encontrar la clave que hace todos los libros se vendan. «No sabemos por qué, algunos títulos se venden más y otros menos. Quizás es una cuestión de mercado, o simplemente que aquel título no ha llegado en el momento que tocaba o no ha encontrado su encaje», explica.

En cualquier caso, Rioné admite que el décimo aniversario lo coge satisfecho con la acogida del proyecto y asegura que Piscina, un petit oceà todavía tiene campo para correr: «Como proyecto seguimos bien vivos y con muchas ganas de crecer». El siguiente paso, señala, «es ser un poco más atrevidos y ambiciosos y mirar de consolidar todavía más el proyecto, publicando más y llegando todavía a más gente».