Municipal
La CUP ve con buenos ojos hacerse cargo de Vivienda si entra en el gobierno de Tarragona
Estrada: «En Comú Podem hace esta gesticulación para hacer una oposición coherente a Junts al Parlament»
El grupo municipal de la CUP ve con buenos ojos hacerse cargo de la cartera de Vivienda si acaba entrando en el gobierno. Esta materia ha sido uno de los principales puntos que las cupaires han ayudado a gestionar desde el apoyo externo al equipo directivo. Las anticapitalistas acaban de enmendar la propuesta de que el gobierno les hizo llegar la semana pasada, y que la CUP Tarragona calificó de «desfasada». La posible entrada de las independentistas en el gobierno de la ciudad resto pendiente de una nueva reunión entre el ejecutivo y la CUP –en el anterior sólo asistió Esquerra Republicana en nombre del gobierno–, y las cupaires no cierran la puerta en la entrada también de Junts por Tarragona con el fin de conformar un gobierno en cuatro bandas. Cuando menos, la CUP criticó que el contexto de la hasta ahora fallida investidura de Pere Aragonès esté condicionando la ampliación del equipo directivo de la plaza de la Font, haciendo referencia a la disputa entre los comunes y Junts.
La concejalía de Vivienda del Ayuntamiento de Tarragona sería una de las áreas donde la CUP se encontraría cómoda si acaba accediendo al gobierno. «Si llega el momento, intentaremos ser coherentes con cuáles han sido las luchas, las apuestas y las cuestiones primordiales para la CUP durante este tiempo en que hemos marcado la agenda política del gobierno desde fuera. Evidentemente la vivienda es un tema que la CUP ha estado liderando desde fuera» razonaba Eva Miguel.
Cuando menos, la portavoz del grupo municipal advertía que «como asamblea todavía no lo hemos debatido ni hablado». Desde la CUP son conscientes de que entrarían «en un momento bastante avanzado del mandato y será complicado en el momento que empezamos a hablar de cartapacio negociar según qué», tal como admitía a Miguel. La portavoz cupaire ponía el freno: «Primero toca perfilar el programa y después ya veremos los lugares estratégicos donde podremos desplegar con contundencia todas las medidas que tienen el sello de la CUP». Así, aseguran que «no pasa nada» si no gobiernan, como ha pasado hasta ahora, ya que «no es un objetivo fijo».
De momento, la CUP no cierra todavía la puerta a un gobierno a cuatro bandas en la plaza de la Font a pesar de las tensiones entre Esquerra Republicana y en ComúPodema raíz del sondeo a Junts por Tarragona para incorporarse. «Este acuerdo que acabamos de enmendar tendrá que ser de consenso y firmado por las cuatro fuerzas», decía Miguel. La portavoz cupaire rehusaba calificar el pique entre republicanos y comunes: «Las discrepancias que tengan los socios de gobierno son discrepancias que tienen que aclarar ellos mismos».
Los comunes en el Parlament
Lo que sí que criticaron las cupaires fue el papel d'En Comú Podem en el Parlament de Catalunya, en el marco de las negociaciones de momento infructuosas entre Esquerra Republicana y Junts por Cataluña para investir a Pere Aragonès. Así lo expresó la diputada cupaire Laia Estrada, que volvió ayer a la ciudad para someterse a preguntas de los tarraconenses en la Antiga Audiència: «Una entrada de Junts en el gobierno de Tarragona no es una moneda de cambio para la Generalitat, no es cierto y lo saben», decía Estradaen referencia a las palabras de Jèssica Albiach, líder de los comunes en el Parlament. La diputada cupaire defendía que un gobierno en cuatro en Tarragona «está sobre la mesa desde el principio de mandato» y aseguraba que «la segunda fase de negociaciones se inició antes del 14-F». Estrada aseguró que «es más bien un interés d'En Comú Podem de hacer esta gesticulación para poder mantener una coherencia con esta oposición frontal con Junts en el Parlament». La diputada cupaire lamentaba que no fuera «honesto por su parte».