Seguridad
Vecinos de Sant Pere i Sant Pau vigilarán los cajeros para evitar robos a personas mayores del barrio
Aumentarán la presencia a finales de mes, cuando muchos jubilados van a retirar el dinero de la pensión
Decepcionados con la poca presencia policial en el barrio, los miembros de la Associació de Veïns la Unió de Sant Pere i Sant Pau pondrán en marcha en los próximos días unas patrullas vecinales que vigilarán los cajeros automáticos para evitar que roben a las personas mayores. Según explica el presidente de la entidad, Gabriel Muniesa, «hemos detectado que, a pesar de ser un barrio tranquilo, hay constantes casos de robos por parte de gente que viene de fuera y que limpian la cartera de quien pueden». En este sentido, defiende que la implantación de esta vigilancia por parte de voluntarios tanto de la asociación como del barrio en general «será una manera de evitar estos robos y que las personas mayores, que son la principal afectada, puedan ir a sacar dinero del cajero con total normalidad».
Tal como asegura el presidente de La Unió, esta medida ha sido ideada por los mismos ancianos y la entidad es la que ahora trabaja para llevarla a cabo. Muniesa, que espera conseguir ocho o diez voluntarios, dice que su función será disuasoria. «Nos pondremos a unos metros de la oficina del banco, que es donde suelen cometer el robo para no ser captados por las cámaras de seguridad, y, si podemos, evitaremos que se produzca, pero en ningún caso nos pondremos en peleas», explica Muniesa, que añade que también intentarán identificar al delincuente.
Con respecto al horario de esta vigilancia, el presidente de una de las asociaciones de vecinos del barrio comenta que «nos colocaremos dos veces por semana durante dos horas y aumentaremos esta presencia a finales de mes, cuando muchas personas mayores van al cajero para retirar el dinero de la pensión que acaban de cobrar». Asimismo, afirma que publicarán en las redes sociales estos horarios a fin de que los vecinos sepan cuándo pueden ir con la tranquilidad de saber que hay alguien que vigila. Además, asegura que los voluntarios llevarán unos chalecos de color gris con el anagrama de la entidad vecinal para identificarse. De hecho, estos se están fabricando y, una vez los reciban, se pondrán en marcha. Muniesa calcula que podrían empezar la próxima semana o la otra, a mucho tardar.
Con todo, Muniesa reivindica que «estamos buscando seguridad en el barrio y hasta que no haya las patrullas de proximidad que nos promete el Ayuntamiento lo tendremos que hacer nosotros». En este sentido, recuerda que «en Sant Pere i Sant Pau hay 20.000 habitantes y hay muchos municipios con la misma población que tienen comisarías con una veintena de agentes. Aquí tenemos algún policía que viene de vez en cuando, queremos una oficina con plantilla fija, pero parece que, hoy por hoy, eso está complicado», lamenta, finalmente, Muniesa.