Mujeres que se ponen manos a la obra para ayudar

A finales de julio de 2019 nacía la Asociación Mujeres Resset, una entidad constituida por un grupo de voluntarias que viven en Tarragona y en Constantí que querían ofrecer ayuda de forma completamente altruista a través de la confección de material para los niños y niñas ingresados en plantas oncológicas. Aquella iniciativa se hizo grande y, durante la crisis de la pandemia de 2020, derramó su labor incluyendo la confección de mascarillas.

El núcleo de Mujeres Resset son tres mujeres emprendedoras y decididas: Paula Tanieva, Mariví Montoya y Antonia Rodríguez. «Como sabíamos coser, decidimos que podíamos ayudar a los demás, formando una asociación para echar una mano a los niños y niñas enfermos de cáncer», explica Paula. Así es como empezaron a confeccionar gorras estampadas, fundas para bolsas de colostomía y manguitos para cubrir los brazos. «La primera entrega la hicimos al Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Cuando vimos que a los niños se les alegraba la cara cuando les dábamos aquellas cosas con los estampados tan bonitos, vimos que teníamos que continuar», explica Tanieva.

El pico de la actividad llegó, sin embargo, con la declaración del estado de alarma, cuando las mascarillas eran un bien esencial y al mismo tiempo escaso. «No tenemos manera de saber cuántas mascarillas llegamos a hacer, pero sí que puedo decir que, en una ocasión, en tres días cortamos 3.000», explica Mariví. Lo que empezó como un gesto solidario se fue esparciendo como una mancha de aceite, y pronto contaron con la complicidad de un buen número de personas que las ayudaron. «Recuerdo un día que entré en la Frutería Tu de Tarragona, desesperada. La gente nos pedía mascarillas, pero todo estaba cerrado y era imposible conseguir tela. Al cabo de unas horas, el propietario de la tienda me llamó diciendo que había conseguido», recuerda Paula. Y como el comerciante, muchas otras personas, comercios e incluso el Ayuntamiento de Constantí ofrecieron su ayuda proporcionándoles material. Además, explican, cada vez que han hecho un llamamiento, han recibido respuestas de un buen número de voluntarias que las han ayudado a coser.

Toda esta labor se ha visto recientemente reconocida por el Ayuntamiento de Constantí, que el pasado enero entregó a la Asociación Mujeres Resset el Premi Tulcis al Mérito social. Era la segunda vez que el consistorio reconocía la labor de Paula, Mariví y Antonia.

«De todos modos, para nosotros, el premio mayor es la gratitud que recibimos y la satisfacción que conseguimos haciendo este trabajo», asegura Paula,quien señala también que, desde que arrancaron la asociación, ellas también «han crecido como personas».

Cuando la pandemia se dé por acabada y finalicen todas las restricciones, las Mujeres Resset tienen previsto llevar a cabo otras acciones solidarias para echar una mano, y que, anuncian, ya irán explicando.