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La Parte Alta quiere que el Jaume I acabe convirtiéndose en un aparcamiento

Preocupa el futuro del equipamiento después de saberse que el consistorio quiere darle salida pronto

Imagen de archivo del interior del aparcamiento Jaume I.

La Parte Alta quiere que el Jaime I acabe convirtiéndose en un aparcamientoCristina Aguilar

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Dos asociaciones vecinales de la PartAlta esperan que el espacio en el cual se empezó a construir un aparcamiento al principio de siglo acabe cumpliendo la función por la cual fue concebido. Después de conocer ayer, tal como adelantó DiariMés, que el Ayuntamiento de Tarragona trabaja para dar una salida al equipamiento a corto plazo, el presidente de la Associació de Veïns Ara Part Alta, Quim Castellví, se mostró preocupada por la posibilidad de que se acabe destinando el espacio a otro uso que no sea el de aparcar coches. Con menos desazón lo vive el presidente de la Associació de Veïns Part Alta, Manel Rovira, que es escéptico a la hora de creer que se encontrará una solución por el espacio a corto plazo, pero que también ve con buenos ojos que acabe siendo un aparcamiento.

«Estamos preocupados porque en los últimos años la Parte Alta ha perdido muchas plazas de aparcamiento para hacer calles para los peatones, que está muy bien, pero faltan sitios para estacionar», señala Castellví. En este sentido, defiende que «sería una aberración y una bestialidad no aprovechar el espacio que hay en la plaza del Escorzador y destinarlo a otro uso». Castellví asegura que «cabrían 350 coches» y critica que «se ha oído decir que se podría hacer un rocódromo o una biblioteca, pero es un equipamiento sin luz natural ni ventilación y la mejor opción siguen siendo hacer un aparcamiento».

En la misma línea, Rovira cree que mantener el destino por el cual se construyó «podría solucionar el problema de los coches en la Parte Alta» y se ganarían muchas plazas para estacionar. No obstante, el presidente de la AVV PartAlta tiene claro que a corto plazo no se hará nada. «No me creo que hagan nada, ni en meses, ni en un año ni en dos», decía, añadiendo que «costará muchísimo dinero desmontar todo el interior y sacar los hierros. Hasta que no lo vea con mis ojos no me lo creeré».

Rovira también hablaba de la problemática de la falta de luz natural. «Aquello es un bunker, se podrían hacer muchas cosas, pero sin luz a pocos usos se podrá destinar que no sea un aparcamiento de coches», señalaba el representante vecinal, que finalizaba diciendo que «cuando esté hecho ya nos quejaremos, si es necesario».

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