Pocas reservas para la primera noche de reanudación de las cenas en los restaurantes en Tarragona

Aunque ayer era el primer día en que los bares y restaurantes de Cataluña tenían permitido abrir más allá de las 17 horas –hasta las 23– y ofrecer el servicio de noche, los establecimientos de Tarragona no registraron muchas reservas para ir a cenar. La predicción de lluvias y el hecho de que el día siguiente –hoy– era día laborable fueron algunos de los factores que provocaron que la gente no tuviera prisa al hacer aquello que no ha sido posible durante tantos meses. Eso sí, los propietarios de los negocios aseguraban que muchos clientes llamaban para coger mesa de cara al próximo fin de semana y deseaban que con este aligeramiento de las restricciones y la llegada del buen tiempo se retorne a la normalidad o, al menos, a un escenario que se parezca un poco más. No obstante, las terrazas de algunos espacios de la ciudad como la plaza de la Font se llenaron de tarraconenses y tarraconenses que apostaron, cuando menos, por salir a tomar alguna cosa más allá de las 17 horas.

Fran Jaén, encargado del restaurante Casa Balcells, situado en el pla de la Seu, a la Parte Alta de Tarragona, explicaba precisamente que no tenían muchas reservas para cenar ayer y recordaba que «los domingos por la noche siempre son malos, no creemos que hoy sea especial». A pesar de eso, y seguro que por la tarde, cuando hacen servicio de bar, «estará animado», se mostraba más optimista de cara a viernes y sábado próximos con respecto a las cenas. Jaén ya avanzaba en sus declaraciones lo que acabaría confirmando esta redacción con respecto a otros restaurantes del casco antiguo: «Muchos han decidido no abrir por la noche por la incertidumbre y lo harán la próxima semana o más adelante». Es el caso de Jordi Vilaplana, propietario del restaurante Entrecopes de la calle de los Cavallers, quién ha decidido no abrir para servir cenas hasta a principios de junio. «Si tengo que abrir carta de noche tengo que comprar todo el género y, además, tengo que sacar a un trabajador del ERTO y contratar uno más, y eso sin la certeza de que no nos volverán a cerrar», señalaba Vilaplana, que añadía que no me puedo arriesgar. El empresario hacía referencia también a las imágenes que se vieron la madrugada de ayer, cuando acabó el toque de queda y mucha gente salió a las calles sin mascarilla ni distancia social y aseguraba que «nosotros seremos los primeros afectados si se produjera un aumento de casos».

En el barrio pesquero del Serrallo, los restaurantes tampoco registraron reservas para la primera noche a poder cenar fuera. Alberto Mateo, propietario de l'Arrosseria del Serrallo, explicaba que «el próximo fin de semana habrá más movimiento, pero al caer en domingo no se notará. Hubiera sido diferente si se hubiera alargado el horario el viernes, por ejemplo». De la misma manera, Gemma Pardo, trabajadora del Àncora, también decía que no tenían reservas para cenar ayer, pero sí que ya habían recibido varias llamadas para el próximo fin de semana.

Con respecto a la plaza de la Font, los establecimientos esperan que la actividad se anime y confían también en llenar las terrazas. Regina Cañellas, propietaria del Capuccino, decía que «estamos esperando como agua de mayo que se anime un poco la situación, que la gente venga a tomar alguna cosa y que ya se queden a comer alguna tapita hoy mismo». Por otra parte, Pili Barbadillo, propietaria del Tastum, explicaba ayer al mediodía que «en la plaza ya no se ve tanta gente como ayer –sábado– que hacía mejor tiempo y estaba muy bien en la terraza, pero seguro esta semana la gente ya saldrá más».

Con todo, Javier Escribano, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona Ciudad (AEHTC), analizaba la situación en general y lamentaba que «optimistas ya no lo somos mucho, somos realistas, y cada vez que se reúne el Procicat puede pasar cualquier cosa». Además, aseguraba que muchos establecimientos tardarán cinco o seis años volver a generar beneficios y decía que otros «trabajarán el verano para no tener que devolver el dinero del ERTO y entonces cerrarán. Eso sólo se soluciona con ayudas directas de la administración».