El Port de Tarragona vive con incertidumbre el retorno de los cruceros esta temporada

Aunque el Procicat daba luz verde anteayer a la reactivación de la actividad de los cruceros sólo en los Ports de Cataluña, la Autoridad Portuaria de Tarragona vive con bastante incertidumbre la reanudación de la actividad a nivel internacional esta temporada, que dependerá del Estado español. En este sentido, el presidente del Port, Josep Maria Cruset, señalaba ayer que «esperamos que en los próximos meses podamos recibir los primeros cruceros, pero tenemos que tener en cuenta que estamos viviendo en un contexto muy cambiante y que cualquier pronóstico válido hoy mañana puede quedar anulado».

No obstante las dudas, Cruset reconocía que «el acuerdo del Procicat es un paso importante en el camino para la recuperación de la actividad de cruceros», y añadía que «el Port de Tarragona ha participado en su elaboración, trabajando junto con los otros puertoscatalanes y con la Generalitat, con el fin de tener un instrumento útil para la actividad del sector y seguro para las personas y nos consta también que las navieras han hecho su parte del trabajo con el fin de llegar este acuerdo». El presidente, sin embargo, condicionaba la salvación de la temporada al hecho a que el Estado levante la prohibición de entrada de cruceros en los puertos.

En este sentido, también están a la espera de este paso por parte de Madrid las diferentes navieras. Es el caso de Costa Cruceros, la que más barcos trae a Tarragona. Desde la compañía aseguraban a DiariMés que la previsión, si se acaba permitiendo la entrada de los cruceros en los puertosespañoles, es que en verano sólo lleguen a Barcelona y a Palma de Mallorca, pero que pasada la temporada estival podrían llegar a Tarragona. De hecho, en la web de Costa Cruceros ya se pueden reservar billetes para rutas con salida desde el Port, concretamente en octubre y en noviembre.

El Moll de Balears, en junio

Por otra parte, Cruset confirmaba que la recta final de las obras del Moll de Balears avanza a buen ritmo. El espacio, que permitirá la llegada de más cruceros cada año, «está prácticamente terminado», decía al presidente. «La constructora está acabando la colocación de la viga destinada a sujetar los bolardos de amarre especiales para cruceros de grandes dimensiones», explicaba, y decía que «en paralelo, están acabando la colocación de las defensas de rompeolas en el norte y en el sur del muelle y colocando las instalaciones y servicios». Cruset añadía que pronto se iniciarán los trabajos de acondicionamiento del firme.