Entidades vecinales tarraconenses lamentan el mal estado de los locales y la poca ayuda del consistorio

Varias entidades vecinales de Tarragona lamentan el mal estado de sus locales y la poca ayuda por parte del Ayuntamiento para poner remedio. El caso de la sede de la Associació de Veïns del Barri del Port es paradigmático. El escape de una cañería de agua en los pisos superiores del edificio del número 9 de la calle Reial ha acabado provocando que el techo se fuera deteriorando, hasta el punto de ceder del todo en una parte importante del espacio. Además, las filtraciones de agua han estropeado la instalación eléctrica del local, que se ha quedado sin luz. Por otra parte, la sede de la Federació d'Associacions de Veïns Segle XXI sufre una degradación progresiva por culpa del salitre que sale desde el suelo.

La situación en la cual se encuentra el local de la Associació de Veïns del Barri del Port es cada vez más delicada. Si hace un año y dos meses tuvieron que cerrarlo por culpa de la pandemia, más tarde ya no han podido reabrirlo por el mal estado del espacio. «Ha caído el falso techo y el techo. Las placas se han cambiado varias veces y ahora hay un agujero. La filtración no es de agua de lluvia, sino un escape de la instalación. Lo sufrimos cada día, llevamos un año así y ahora nos hemos quedado sin luz desde hace dos semanas», detallaba Maricarmen Puig. La presidenta vecinal del Barridel Port calificaba de «misión imposible» poder hablar con Hermán Pinedo, conseller de Cooperació i Habitatge y lamentaba que cuando se han desplazado técnicos municipales, «después no han dicho nada más» y no se ha hecho ninguna actuación.

El local, así como el edificio –excepto algunos de los pisos–, es propiedad del Ayuntamiento de Tarragona. La sede del AVV Barridel Port actuaba como el hogar de jubilados de la zona. «Es una necesidad del barrio poder recuperar este espacio para las personas mayores», decía Puig, que recordaba que no hay ninguno definitivo y que «no puede ser que el provisional esté así». Para este 2021, la asociación no ha solicitado la subvención para entidades vecinales, ni siquiera la línea destinada a mantenimiento del local, porque «después se tiene que retornar con intereses y, a día de hoy, no puedo solicitarla de ninguna manera, incluso pagamos las facturas de nuestro bolsillo», lamentaba la presidenta.

Segle XXI y Sant Pere i Sant Pau

La del Barridel Port no es la única entidad vecinal de la ciudad con problemas con su local. La sede de la Federació d'Associacions de Veïns Segle XXI sufre graves problemas de salitre e impide la normal actividad de la entidad. «No puede estar. Es muy pequeño, además», remarcaba a Jacinto Moreno. El presidente de la FAV Segle XXI explicaba que con el anterior equipo de gobierno se va aparaular el traslado al local de la Asociación de Vecinos de la avenida Andorra, «pero con el cambio de gobierno se paró todo. Intentamos hablar con Hermán Pinedo, pero no hay manera».

Por su parte, el AVV de Sant Pere i Sant Pau hace tiempo que reclama un espacio adicional como almacén, ya que el actual local les ha quedado pequeño. De forma provisional, el Ayuntamiento los ha habilitado los bajos del bloque Sant Magí, donde se ubicará la futura biblioteca del barrio. Su presidente, Lluís Tinitat, pide que, cuando empiecen las obras, se los ceda «el local de la actual biblioteca o el del Asociación Cultural y Folklórica Andaluza».