Vecinal
Los vecinos de Les Amèriques de Sant Pere i Sant Pau reclaman cerrar el pasaje inferior
El espacio que conecta Países Catalanes con la plaza de Cuba sufre graves problemas de incivismo
Los vecinos de la torre de Les Amèriques, en el barrio de Sant Pere i Sant Pau, quieren cerrar el pasaje inferior que atraviesa el edificio y que conecta el capdamunt de la avenida Països Catalans con la plaza de Cuba. El espacio genera graves problemas de incivismo, ya que ofrece un lugar a cubierto en invierno y a la sombra en verano, donde se reúnen jóvenes que hacen botellones o causan desperfectos, y a menudo se orina o vomita, entre otros. Los vecinos ya querían cerrar el pasaje hace tiempo y con el anterior gobierno llegaron a un entendimiento. Cuando menos, con el nuevo equipo directivo del Ayuntamiento el proyecto se encuentra en un punto muerto desde ahora ya hace dos años. El principal escollo se encuentra, de momento, en aclarar si el pasaje inferior es de titularidad pública o privada.
El proyecto para cerrar el pasaje de la torre de Les Amèriques está hecho desde el 2019, cuando el gobierno de entonces llegó a pedir modificaciones para restar peligrosidad y hacerlo más integrado al entorno. El espacio que queda bajo el edificio comprende los portales de las dos escaleras existentes –hay 72 domicilios en total– y la entrada de una peluquería, además de otros locales cuya puerta queda en la calle exterior. «Hay mucho incivismo y el espacio está estropeado y, además, tuvimos que sacar las luces porque el coste era demasiado elevado y nosotros no lo podíamos asumir», relataba Àngels López sobre un lugar escondido y oscuro. La presidenta de la comunidad de vecinos explicaba que «sobre todo en invierno la sensación es de inseguridad, porque se hace oscuro pronto, y a las personas mayores les da respeto. No podemos estar más así». López detallaba que incluso en alguna ocasión aislada se han encontrado algún «sintecho durmiendo en el interior de la escalera».
La voluntad de los vecinos es cerrar el pasaje tan pronto como se pueda. Ahora bien, eso sólo se podría hacer si el Ayuntamiento les confirma que se trata de un espacio privado y, por lo tanto, tienen luz verde. Cuando menos, López asegura que «el actual gobierno ya tenía la información y el proyecto encima de la mesa, pero todavía esperamos una respuesta desde hace dos años». En caso de tratarse de un espacio privado, la comunidad de vecinos lo tiene todo preparado para ejecutar una reforma de 5.000 euros que significaría poner una valla a ambos lados, recuperar el alumbrado y colocar los porteros automáticos en el exterior del edificio. Aun así, ante la posibilidad de que el Ayuntamiento certifique que el pasaje es público y no se pueda cerrar el paso, los vecinos piden al consistorio que entonces asuma los gastos de limpieza y de alumbrado, que hasta ahora costea la comunidad. Ante la situación atascada, la Asociación de Vecinos de Sant Pere i Sant Pau presentó una instancia ayer al Ayuntamiento para encontrar una solución.