La pandemia no ha interrumpido el método canguro en el Hospital Joan XXIII de Tarragona

La pandemia no ha interrumpido el método canguro -los padres sustituyen algunas horas en la incubadora de los bebés prematuros- en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, según informa el Institut Català de la Salut (ICS).

La Unidad Neonatal del centro tarraconense fue la pionera en España en aplicar el método canguro, también denominado piel con piel, 27 años atrás.

Consiste en colocar al bebé prematuro en posición vertical, vestido sólo con una gorra y un pañal, en el tórax de la madre o del padre para mejorar el desarrollo neurológico y emocional de los recién nacidos.

La técnica reduce el estrés del bebé, lo que a su vez redunda en menos infecciones, mejor termorregulación, menos episodios de apnea; más facilidades en la lactancia materna, mejor ganancia de peso, y, en definitiva, menos ingreso en el hospital.

También fortalece los vínculos entre los padres y el bebé, lo que aumenta la confianza y el grado de competencia de los padres.

Se intenta iniciar el método canguro lo antes posible, incluso si el bebé precisa soporte respiratorio, y se recomienda que dure al menos una hora, aunque cuanto más prolongado sea, mejor.

La pandemia no ha alterado la aplicación de este método, a pesar de los cambios que aplicó la Unidad de Recién Nacidos del hospital para adaptarse a la nueva situación y de las medidas sanitarias.

Este pasado sábado día 15 se celebró el Día Internacional del Método Canguro y el Hospital Joan XXIII reivindica que los beneficios de este contacto piel con piel han sido prioritarios a la hora de adaptarse a las medidas de contención de la pandemia.

El método canguro surgió en Colombia, en los años 70, en un contexto de superpoblación y falta de medios sanitarios en el que hasta tres bebés prematuros tenían que compartir una incubadora.

Para solucionarlo, las madres actuaban como una incubadora, con resultados tan buenos que se ha extendido por todo el mundo.