Las preinscripciones a los jardines de infancia en Tarragona vuelven al nivel de antes de la pandemia

Los jardines de infancia de la ciudad han recuperado los niveles de preinscripciones habituales de antes de la pandemia. En la reserva del año pasado para el curso actual que está a punto de acabar, tuvo una incidencia muy destacada la pandemia. Por una parte, la pérdida de trabajos disminuyó los ingresos económicos de muchas familias, que no se podían permitir una matrícula y, además, pasaban a estar muchas más horas en los domicilios. Por otra parte, la situación de incertidumbre entonces con respecto a un normal funcionamiento del curso escolar hacía que las familias tuvieran más miedo y fueran más escépticas a la hora de llevar sus hijos e hijas a los jardines de infancia. Mejorada la situación excepcional del año pasado, este año se han hecho un total de 448 preinscripciones, mientras que el curso pasado fueron sólo 281, quedando así 146 plazas libres

Las cifras de este año suponen una demanda más alta que la oferta, ya que las plazas disponibles para el curso 2021/2022 son 408 –19 menos que el actual. Aun así, la voluntad del Ayuntamiento es que estos 40 niños puedan ser distribuidos entre los once centros municipales, según el consejero de Educación, Manel Castaño: «Ahora se ha hecho la preinscripción y después ya se hará la matrícula teniendo en cuenta los diferentes baremos. Queremos que, si se cumplen las bases de la matriculación, se puedan absorber todas las plazas y hacer una ampliación. No puede quedar nadie fuera del sistema». De hecho, esta ya era una situación habitual antes de la pandemia.

La incertidumbre con respecto a ahora hace un año se ha desvanecido de forma bastante generalizada y las familias ya no tienen tanto miedo. Los datos ponen de manifiesto que los jardines de infancia han sido seguros este año y con poca incidencia de covid-19. En Tarragona, sólo se han cerrado dos grupos en Cèsar August, uno en Bonavista y otro en el Serrallo, y no se ha llegado a cerrar ningún centro completamente. «Es uno de los niveles educativos con una seguridad casi del 100%, ya que en niños pequeños los contagios son casi nulos, y las educadoras siguen estrictas cuestiones de seguridad», razonaba Castaño, que añadía que además «bajó ratios a las clases, con ocho o diez niños».

El cambio hacia la pasada preinscripción se ha notado especialmente en los barrios periféricos de la ciudad, donde «por motivos de trabajo o incidencia de covid-19, las familias optaron por tener los niños y niñas en casa», explicaba Castaño. Además, también ha ayudado mucho que la preinscripción se haya podido hacer de forma telemática, ya que «antes se tenía que ir presencialmente al jardín de infancia a hacerla», recordaba el consejero de Educación, de manera que «ahora se ha facilitado mucho el proceso». Así, sólo una de cada cuatro preinscripciones este año se han hacer presencialmente, mientras que las telemáticas se han subido hasta el 74%.

Los jardines de infancia más solicitades de cara al próximo curso son los del centro de la ciudad, donde se acumula más población, como las de Cèsar August, el Serrallo, el Miracle o la Arrabassada. El sistema de asignación de plazas se rige por la elección previa de opciones. Si un niño no accede al hogar que era la primera opción, se le otorgará la segunda y, si no accede, así sucesivamente. Con todo, Castaño se mostraba «satisfecho» con el funcionamiento de la preinscripción cerrada la semana pasada, y reconocía que «nos preocupaba a causa del curso pasado, muy diferente». El consejero de Educación destacaba la importancia de «las puertas abiertas y los proyectos educativos muy integradores y transversales».