La cuarta firma de patinetes eléctricos aterrizará en Tarragona a finales de julio

El próximo mes de julio Tarragona contará con 500 patinetes eléctricos más de alquiler compartido con la llegada de la firma norteamericana Lime. La compañía firmó el convenio con el Ayuntamiento de Tarragona hace casi dos meses y ahora, ya preparada, está a la espera de recibir la autorización para desplegar sus vehículos de movilidad personal (VMP) por las calles de la ciudad. En este sentido, el consistorio acaba de definir las ubicaciones donde la empresa tendrá que instalar los aparcamientos y se estima que, enla tercera o cuarta semana del próximo mes, Lime ya pueda entrar en funcionamiento. Así, el número total de patinetes en Tarragona se elevará a los 2.000, ya que el medio millar de licencias que obtendrá la nueva firma se sumarán a las 1.500 que tienen las tres que ya operan: Bird, Reby y Spin.

Con todo, el director de Relaciones Institucionales de Lime en España, Arnau Pérez, recuerda que se mostraron interesados por primera vez al operar en Tarragona en diciembre de 2020 y asegura que «ya estamos con todo el compromiso y las ganas de empezar». En este sentido, señala que «hace meses que estamos listos, ya tenemos los materiales y el equipo técnico para empezar la instalación de los aparcamientos cuando el Ayuntamiento nos dé las ubicaciones donde tienen que ir y cuando tengamos la autorización iremos rápidos al desplegarnos para empezar cuanto antes mejor». El departamento de Movilidad municipal está trabajando en las localizaciones donde se situarán los rack , en función de las necesidades del mapa actual, y las tendrá definidas entre esta semana y la próxima.

Con respecto a los vehículos, Pérez explica que «nosotros ofrecemos unos patinetes que cumplen con los estándares de calidad, con el certificado de la Unión Europea y nuestra oferta es muy competitiva, ya que somos la empresa con más experiencia desde el 2017. Son de los mejores que hay y estamos seguros de que la ciudadanía de Tarragona los recibirá bien». Uber y Google son algunos de los accionistas de la empresa, que nació en San Francisco y, con presencia en los cinco continentes, operan en ciudades como Londres, París o Nueva York. En España están en Madrid y algunas ciudades de los alrededores, a Málaga y a Sevilla, en este caso con la oferta de bicicletas de alquiler compartido.

De hecho, Pérez recuerda que cuando mostraron interés por venir a Tarragona fue el mismo Ayuntamiento quien les ofreció la posibilidad de desplegar también las bicicletas, pero esta opción todavía no está desarrollada a nivel municipal. «El consistorio ha priorizado de momento los patinetes y, si lo quieren, llevaremos también las bicis, dependerá de ellos», afirma el director de Relaciones Institucionales de Lime. Con relación a la apuesta del actual gobierno municipal por la movilidad sostenible, Pérez considera que «es una gran decisión». «La ciudadanía tiene servicios públicos de transporte y lo que se hace con las opciones de micromovilidad es definir una propuesta multimodal, ofrecer sistemas complementarios, con el objetivo de sacar el coche privado de la ciudad,» añadía Pérez.

Libre mercado en Tarragona

El Ayuntamiento decidió desde un primer momento que la llegada de los patinetes eléctricos de alquiler a Tarragona no se rigiera por un concurso público, sino que apostó por un modelo de libre competencia y que sea el mismo mercado lo que se vaya regulando progresivamente. En este sentido, las empresas que operan en la ciudad tienen opiniones diversas. Pérez dice que para ellos no es ningún problema el modelo actual. «Creemos en la libre competencia porque pensamos que nuestro servicio es el mejor, que hacemos buenas operaciones y que será rentable económicamente, si no, no pediríamos venir, pero quizás hay empresas que no les sale a cuenta», comenta el responsable de Lime. En este sentido, Reby y Buny son las más críticas en que en una ciudad de dimensiones como la de Tarragona tenga tanta oferta. Por una parte, el Responsable de Relaciones Institucionales de Bird, Javier Aparicio, señala que «no valoramos positivamente la llegada de una cuarta empresa porque no hay mercado, la demanda está cubierta ahora mismo y no tiene ningún sentido desde el punto de vista de movilidad y utilidad». No obstante, Aparicio asegura que no se marcharán, ya que «nuestra apuesta por Tarragona ha sido a largo plazo desde un primer momento».

Tampoco se marchará Reby, según sostiene su cofundadora, Cristina Castillo, que cree que tres empresas en la ciudad ya son demasiado. «Estamos bien aquí, estamos dando un servicio bueno y los usuarios lo aprecian», dice Castillo, que añade que «hay startups burbuja que buscan el crecimiento sin que les importe la rentabilidad y, cuando no ganan dinero, los inversores se marchan y fallan, abandonando los vehículos enla calle y jugando con la ciudad y los usuarios».

Finalmente, Roger Puigví, responsable de Spin, tampoco ve ningún problema con que lleguen nuevos operadores a la ciudad. «Estamos hablando de 2.000 patinetes cuando en Tarragona hay 60.000 coches, tampoco hay ningún problema de volumen», dice Puigví, que pide llegar a «fórmulas en que aquellas empresas por las cuales apuesten más usuarios tengan la posibilidad de desplegar más patinetes, es decir, que se compense aquella empresa que hace bien el trabajo y saca desplazamientos en coche y les gana con patinete». Indica, finalmente, que el volumen de trayectos de Spin en Tarragona es superior a los del resto de competidores.

Con respecto a los precios, si bien Spin tiene el coste por minuto más caro, a 0,25 euros, con respecto a los 0,15 de Reby y Buny, además del euro de desbloqueo en las tres empresas, dispone de los planes más tentadores, ya que por 39,99 euros daviajes ilimitados durante un mes, mientras que por el mismo precio Reby ofrece 1.000 minutos mensuales y por 34,99 Bird permite hacer 50 viajes de máximo 30 minutos en un mes. Por su parte, Lime no ha establecido los precios, pero serán parecidos a los de la competencia.