Olga Xirinacs: «No soy una escritora de best-seller, pero no he dejado ningún libro en el tintero»
La escritora tarraconense publica el 85º libro a los 85 años con la vocación de seguir escribiendo
«La poesía no es una novela de actualidad y la penetración costa más, es una reflexión y en el país culto que somos lo tenemos que entender; la poesía viene a ser como el perfume en la literatura, la colonia es muy agradable, pero después viene el perfume que se tiene que regular más», expresa la escritora. Durante los meses de pandemia, Xirinacs también ha escrito un libro en castellano 'Creación' que se publicará en otoño. «Es un libro muy potente», valora. Aparte, tiene entre manos la edición de un volumen de los cuentos que publicó en el dominical del diario Hoy durante muchos años. Tiene editados 300 relatos para adultos y niños.
Además, también le han pedido otro encargo sobre poesía. «Dicen que mientras haya proyectos tienes vida, si no se acaba todo; ¡así que adelante las hachas!», exclama con una sonrisa. Ella dice que se ha preguntado muchas veces cómo ha sido capaz de escribir tantos títulos a lo largo de su vida, ya que ha combinado la escritura con acciones de carácter más social. Fue cap del Agrupament Escolta Mare de Déu del Claustre y más tarde cap de la demarcación de las comarcas tarraconenses de los Minyons Escoltes i Guies de Sant Jordi. En 1975 fue la presidenta de la delegación de Òmnium Cultural en el Tarragonès y más adelante miembro de la junta directiva de la entidad, entre otros.
«Las capillitas literarias»
Preguntada sobre la salud literaria de Cataluña, Xirinacs considera que hay talento tanto entre los más jóvenes como entre los autores consagrados. Con todo, lamenta que perduran las «peleas internas y las capillitas». «Si eres de Tarragona no sube nada hacia arriba, en cambio, de arriba sí que baja; a lo máximo que podemos aspirar aquí es llegar hasta el Garraf. Aquí y en el Ebre se hacen muchas cosas, por ejemplo el Litterarum,» indica. «También hay gente que dice que no hemos aprendido de nuestros clásicos, eso es mentira porque todo el mundo se ha basado en ellos y en autores extranjeros», afirma.
En este sentido, lamenta que los escritores catalanes se hayan traducido poco a otras lenguas. De hecho, se queja de que tan sólo tiene algunos títulos publicados en castellano y únicamente uno en inglés: «¡Y porque l0 pagué yo!», recalca.
La escritora ganó el premio Sant Jordi con 'Al meu cap una llosa' el año 1984, que también recibió el premio de la Crítica Serra d'Or dos años más tarde. «En Barcelona no me conocían, por lo tanto, no era de ninguna capilla, dieron el premio a la obra, me puedo fiar que estaba bien escrita», resume. Ahora bien, Xirinacs pone en duda los premios otorgados recientemente, sin especificar certámenes ni ganadores. «Soy yo quien no me fío de los premios que se están dando últimamente, porque no me gusta casi ninguno, hay cosas muy discutibles», asevera.
La tarraconense ha obtenido los galardones más importantes de la literatura catalana entre los cuales destaca el Sant Jordi; Carles Riba; Premi de la Crítica, Sant Joan; Ciutat de Palma; Josep Pla; Sèrie Negra (de Planeta), etc. También es Maestra en Gai Saber pels Jocs Florals de Barcelona, Creu de Sant Jordi, Medalla de Plata de la Ciutat de Tarragona. A pesar de esta retahíla de galardones, desde hace cinco años, periodistas y blogueros han hecho campaña para pedir a Òmnium Cultural que le entregue el premio de Honor de les Lletres Catalanes.
«No lo he pedido, me lo pidieron para mí, ¿que tengo que decir yo? Me debe faltar honor para tener este premio», bromea la escritora. Después de la muerte de su marido y de un año de restricciones, uno de sus deseos más fervientes es volver a refugiarse en su casa de Mont-ral o bien volver a la Vall de Boí para disfrutar de la montaña.