El PSC critica «la dejadez y la poca planificación» del gobierno a mitad de mandato

El grupo municipal del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Tarragona no descarta buscar un cambio de gobierno a través de una moción de censura en la plaza de la Font con el apoyo d'En Comú Podem en caso de que esta formación acabara pasando a la oposición si las negociaciones no acaban con acuerdo y se marchan del ejecutivo. Así lo afirmó la portavoz socialista, Sandra Ramos, durante una rueda de prensa en que también criticó los dos primeros años de mandato, que en palabras textuales dijo que «nada es descartable», al ser preguntada por esta posibilidad. A pesar de todo, Ramos, que calificó las negociaciones y los pactos para ampliar el gobierno municipal de «espectáculo grotesco» y criticó a ERC de faltar al respecto a sus socios, los Comunes, defendió que «las elecciones municipales son cada cuatro años porque, si no, los gobiernos locales serían demasiado volátiles». En este sentido, a pesar de señalar que «nosotros ganamos las elecciones y somos la mejor opción para conseguir un gobierno estable», dijo que «creemos en la estabilidad de los gobiernos, pero todo tiene un límite».

Paralelamente, Ramos hizo un balance de los dos años del gobierno de coalición de ERC y En Común Podemal frente de la ciudad, y destacó cinco carencias del ejecutivo «que no se pueden vincular al PSC», después de criticar que «siempre miran por el retrovisor y responsabilizan de todos los males al gobierno anterior». En primer lugar, la portavoz socialista lamentó la «falta de liderazgo y la pérdida de oportunidades de la ciudad de Tarragona». En este sentido, criticó que «el turismo deportivo está siendo un revulsivo en la Costa Daurada, con acontecimientos en Reus, Cambrils y Salou, y Tarragona no está». Para Ramos, el Turismo es otra oportunidad perdida. «Llevamos dos años sin ir a Fitur con stand propio», lamentaba Ramos. «Pero hay un tema que nos preocupa mucho –decía la portavoz–, y es que, a diferencia de la mayoría de gobiernos estatales, autonómicos y locales, el de Tarragona no planifica, y es importantísimo saber qué quieres ser y dónde quieres ir para saber qué tienes que hacer». Y añadía que «el alcalde Pau Ricomà banaliza la necesidad de planificar a corto, medio y largo plazo, dice que no sirve por nada hacer planes a 2030 o 2040 vista, y eso es un error monumental».

Por otra parte, Ramos también criticó el papel del gobierno en materias como el turismo, el comercio, la hostelería y el ocio nocturno. «Este será el segundo verano sin gerente del Patronato de Turismo, que además es jefe de recursos humanos, es a quien tiene que planificar; dos años, como decía, sin estar en Fitur; tampoco hemos visto un plan de choque ni ninguna campaña para este verano; las ayudas que se han dado al comercio y a la hostelería han sido insuficientes, ya que sólo se ejecutó el 37% y no se han dado ayudas a autónomos que no dependan de su local comercial», lamentó Ramos, entre otros.

La portavoz socialista también criticó la dejadez del ejecutivo municipal en el ámbito de los servicios sociales. «No puede ser que en un año de pandemia, con muchas familias que lo pasan mal y con un aumento del 40% de nuevas personas que acuden a Servicios Sociales y a entidades del tercer sector, sobre dinero y que el presupuesto del año 2021 no se incremente», lamentaba Ramos, que señalaba que «no es un problema de los trabajadores sociales, sino que tiene que ver con una falta de voluntad política.

Con respecto a los barrios de la ciudad, el edil socialista lamentó que hay muchos, como los de Ponent, que están abandonados por parte del ejecutivo municipal y reiteró sus dudas sobre que el proyecto de los Consejos de Distrito acaben funcionando. Por otra parte, Ramos pidió al consistorio «que deje de hablar de sensación de inseguridad, porque la situación que viven los vecinos de Tarragona es una realidad» y que «deje de echar pelotas fuera, a Generalitat y Estado español, con respecto a los extutelados, ya que el Ayuntamiento también tiene responsabilidades y competencias en este ámbito», a la vez que reconocía que la solución no es sólo policial.