Pánico total en la Parte Alta de Tarragona: tres peleas y varios intentos de robo en una noche

Crisis total en la Parte Alta de Tarragona. El miedo con el cual viven los vecinos se ha convertido en pánico, sobre todo a raíz de los últimos acontecimientos. Hasta cuatro, en una sola noche, la de este martes y la madrugada del miércoles.

Tres peleas y un intento de robo en una zona que se ha convertido en el eje de los conflictos de la ciudad. Tal y como explican vecinos a este medio, hacia las 22 horas se produjo una primera pelea en la Baixada de la Peixateria de Tarragona. El miedo empezó a entrar en el cuerpo de muchos vecinos de la zona, que se tuvieron que marchar a casa para quedar protegidos aunque su intención inicial no era esta, sino la de dar un paseo y disfrutar del aire libre.

Sobre las 22.30 horas, una nueva pelea, esta vez con la presencia de cuchillos, en la calle Enrajolat. La tensión en las calles crecía poco a poco, pero los incidentes no cesaban. Pasada media hora de la medianoche, una nueva pelea en la calle Ferrers.

Ruido y peleas en las escaleras de la Catedral

Ayer por la tarde, alrededor de las 20 horas, los vecinos que viven en la plaza Santiago Rossinyol, delante de la Catedral, volvieron a ser testigos de gritos, peleas y un intento de agresión. Diari Més ha podido hablar con una vecina que explica que el episodio vivido ayer «es uno de los muchos que vivimos cada semana».

Esta vecina explica que las escaleras de la Catedral son un punto de reunión habitual para muchas personas, pero en las últimas semanas un grupo de hombres y mujeres se reúnen durante la tarde hasta muy entrada la noche y consumen alcohol, «haciendo ruido y discutiendo entre ellos en voz alta».

Ayer, los balcones de la plaza se llenaron de curiosos al ver como una patrulla de la Guardia Urbana y dos motos llegaban a las escaleras de la Catedral, «seguramente alguien les avisó que había un grupo de gente que no paraba de discutir y gritar». Después de hablar con los implicados durante un buen rato los agentes se marcharon. «Minutos después una mujer cogió uno de los carteles de helados y bebidas que tiene el supermercado de la esquina de la calle y lo lanzó al propietario del local que se encontraba dentro del establecimiento», explica esta vecina. Instantes después dos dotaciones de los Mossos d'Esquadra volvieron a la plaza. «Los agentes estuvieron hablando con este grupo de personas, pero, de nuevo, se volvieron a marchar», detalla.

Finalmente, cuando ya eran casi las 21 horas, una de las implicadas en estos incidentes se encaró con un grupo de personas que pasaban por allí, «en aquel momento la situación era muy tensa y todos los vecinos estábamos en el balcón mirando, alertados por los gritos». Una de las implicadas llevaba un perro, con el que amenazó a un chico que se encaró con ellas. «Finalmente todos se marcharon calle Major para abajo, y cuando la policía volvió a venir por tercera vez consecutiva, ya se había marchado todo el mundo» ha explicado.

Un intento de robo

La cosa no se quedó aquí, ya que, sobre de la una y media de la madrugada, un intento de robo en un piso habitado de la calle Cavallers sirvió para cerrar una noche de pánico la cual no olvidan a los vecinos, los cuales exigen soluciones. Aparte, varios vecinos pudieron comprobar cómo los intentos de robo en pisos se multiplicaron a medida que avanzó la noche.