Educación
Preocupación y satisfacción hacia el 54% de aprobados en las PAP de educación
Los responsables de la Prueba de Aptitud Personal valoran que funcione como filtro para acceder en los grados de Infantil y Primaria
Preocupación y satisfacción a partes iguales hacia los resultados de la Prueba de Aptitud Personal (PAP) de este año. Este 2021, las pruebas para el acceso a los grados en Educación Infantil y en Educación Primaria han registrado tan sólo un 54% de aptos entre los 4.236 estudiantes que han tomado parte en Cataluña en la primera convocatoria, cifra que comporta que 2.284 alumnos, sólo un poco más de la mitad, las han aprobado. En la demarcación de Tarragona, son 585 los estudiantes que el pasado 10 de abril se sometieron, significando el 13,81% del total de los alumnos catalanes, que tienen hasta nueve universidades para cursar estos grados, una de las cuales es la URV. Las PAP son un mecanismo complementario a la Selectividad con el fin de regular la entrada de jóvenes en los grados educativos que se introdujo en el 2017. El año pasado se presentaron 4.061 estudiantes, por lo que este año se ha registrado un ligero incremento. Las cifras del curso 2019/20 fueron mucho más positivas, ya que hasta el 63% de los jóvenes –9 puntos más que este año– fueron aptos.
«Nos preocupa que la mitad de los estudiantes que quieran ser maestros no aprueben las BUCHE», admitía Josep Maria Cornadó. Aun así, el tarraconense, coordinador del Consejo Interuniversitario de Cataluña de la BUCHE, recalcaba que «eso no quiere decir que nos desprestigie», sino «al contrario, ya que gracias a estas pruebas la mitad de los estudiantes reciben el mensaje que todavía no tienen la base cultural necesaria para acceder a un grado de educación y formarse para ser maestros». En este sentido, Cornadó señalaba el éxito de las PAP como filtro para garantizar un mejor nivel en los futuros profesionales, especialmente este año: «Si realmente valoramos el rol del maestro y queremos que sea un estudiante que tenga competencias, la PAP ha hecho bien su función». «Es bueno para el sistema educativo», reivindicaba al coordinador. Por su parte, el presidente del tribunal tarraconense, Joan Foguet, decía que «sorprenden estos números, pero desde que hacemos las PAP hemos notado una mejora del nivel de los alumnos que han accedido a los grados». «Si se mira en una perspectiva global, cualquier estudiante que quiera entrar a la universidad tendría que tener unos mínimos», decía Foguet. En el campus Sescelades de la URV, se ofrecen 80 plazas en el grado de Educación Infantil y 80 más al de Educación Primaria.
Teniendo en cuenta los resultados de la primera convocatoria, ahora mismo todavía quedarían más de medio millar de plazas en grados para ser maestro para asignar, ya que en un curso normal se ofrecen entre 2.700 y 2.900 en Cataluña. «Esperamos que cambie algo, pero no los exámenes, que tendrán la misma estructura y complejidad, ya que están hechos desde enero», explicaba Cornadó con respecto a la segunda convocatoria, que se hará el próximo 16 de julio. El coordinador de las PAP afirmaba que «los resultados no influirán en los exámenes, pero sí en la preparación de los estudiantes» y admitía que aunque «no era intención que fuera un toque de alerta, ahora les diría los preparen más».
Los resultados de la primera convocatoria de este año acabarán de ser más esclarecedores después de la segunda convocatoria. Mientras tanto, los responsables de las PAP hace tiempo que se plantean fórmulas para mejorar unas pruebas que hasta ahora cuentan con dos exámenes, uno de competencia comunicativa y razonamiento crítico –una especie de examen de lengua– y otro de lógica y matemáticas. «Tienen una complejidad similar a las competencias de 4t de ESO», detallaba Cornadó. «Quizás haría falta alguna otra fórmula para evaluar competencias no cognitivas, como la empatía, el liderazgo o la asertividad. En estos momentos, los responsables de las BUCHE estamos valorando la posibilidad de crecer en esta dirección, pero tenemos que tener en cuenta que añadir otro examen sería aumentar complejidad de la prueba», avanzaba Cornadó sobre un proceso que dura desde hace fuera años. «El problema es que en Cataluña hay 5.000 estudiantes y necesitamos que la prueba sea sostenible y aprobada académicamente», avisaba el coordinador sobre posibles cambios en las PAP.