Pocas personas sin mascarilla en Tarragona: «No tenemos miedo, pero se tiene que tener precaución»
Algunos ciudadanos opinan que es demasiado de hora para retirar la obligatoriedad de llevarlas a la calle, otros celebramos la medida
Adiós a las mascarillas después de casi un año de obligatoriedad. En la rambla de Tarragona, la mayoría de personas han preferido llevarlas por precaución a primera hora de este sábado por la mañana. La estampa se ha repetido en la plaza Corsini, donde muchos los peatones y compradores que entraban en el mercado central llevaban las mascarillas. También ha habido ciudadanos que la llevaban bajada, en el brazo o en el bolsillo para ponérsela para entrar en espacios cerrados. «No tenemos miedo, pero se tiene que tener precaución», ha afirmado a la ACN la Modesta, una vecina de la ciudad, que opina que todavía es demasiado de hora para retirar la obligación de llevar mascarillas.
En cambio, Rubèn agradece la medida: «Tenía muchas ganas de sacármela, ha sido un año mucho llevar, por fin vemos la luz».
Primer día sin la obligatoriedad de llevar la mascarilla al aire libre y a las calles de Tarragona muchas personas seguían llevándola esta mañana para protegerse de la covid-19. Un ejemplo es Ana Celi, que paseaba con su familia por la rambla con la mascarilla puesta. En su caso, pero la llevaban porque no recordaban que ya no les hacía falta. «Ya era hora, si la gente lo respeta un poco y todos nos ponemos en consonancia con lo que está pasando creo que nos la podemos sacar», ha opinado.
Comparte opinión Albert, un joven que no llevaba la mascarilla. «En enero pasé la covid, si tienes conocimiento y vas con cuidado no la necesitas, eso sí, cuando entre en los espacios cerrados o vea que hay riesgo de contagio obviamente me la pondré, para evitar que el resto se contagie,» ha admitido.
Miquel, vecino del barrio de Serrallo, paseaba por los alrededores del mercado central de Tarragona con su suegro, Joan. Los dos llevaban la mascarilla guardada al bolsillo para ponérsela cuando fuera necesario. «Nos sentimos libres, nos la ponemos para entrar en los establecimientos», han expresado. Sin embargo, consideran que hacen falta juicio y precaución entre la ciudadanía porque que, recuerdan, la pandemia todavía no se ha acabado.
En cambio, bien diferente es el posicionamiento de Josep. Él tiene miedo de contagiarse y prefiere llevar la mascarilla al exterior. «La llevo por seguridad, siento que hay muchos contagios y yo ya soy grande, quiero vivir bastante más años», ha dicho con una sonrisa.
Tina explica que ha salido de casa con la mascarilla puesta, pero cuando ha pisado la calle ha decidido sacársela. Ella tiene asma y asegura que llevarla no le permite respirar bien. A pesar de no llevar la mascarilla, considera que la medida de retirarla al exterior ha entrado en vigor «demasiado temprano».
El Consejo de Ministros aprobó el jueves el real decreto que rebaja las restricciones. La mascarilla ha sido imperativa en el exterior durante casi un año. Cataluña lo aprobó el 8 de julio del 2020 y otras comunidades se sumaron a lo largo de aquel mes. A pesar de los cambios que introduce el nuevo real decreto ley, se mantiene la obligatoriedad de llevarla en espacios cerrados públicos y en transportes públicos.