Movilidad
La nueva turborotonda de la T-11 no ayuda a disminuir la siniestralidad
Desde que se reorganizó este punto viario, a finales de mayo, se han producido tres accidentes con un total de cuatro heridos leves
La nueva turborotonda en la carretera T-11, que permite coger salidas hacia la A-27 en dirección a Valls o al Port de Tarragona, no está ayudando a disminuir la siniestralidad en este punto desde su implementación, a finales del mes de mayo. Según ha podido saber el DiariMés, el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha registrado hasta tres accidentes en la nueva rotonda, situada aproximadamente en el punto kilométrico 17,5 de la T-11, vía que está bajo la gestión del ministerio de Fomento. Desde que empezó el año, se han producido ocho accidentes, por lo que antes de la reorganización viaria, durante los primeros cinco meses del año, se habían anotado sólo cinco. Con las modificaciones se suprimió uno de los tres carriles y se trazó una línea continua en varios tramos en vez de discontinua. La nueva disposición sólo permite circular por el carril de la derecha en caso de coger la salida inmediatamente posterior. Además, a mediados de junio se pintaron las cuatro salidas –dos para continuar en la T-11, dos hacia el A-27– de color azul desde unos metros atrás. La turborotonda también cuenta con una señalización previa insuficiente, que hace que los conductores no lleguen preparados.
Retenciones en las entradas en horas punta –la T-11 es una carretera que une Tarragona y Reus, muy transitada por trabajadores–, bocinazoss recriminando acciones imprudentes y, en menor medida, accidentes, se han convertido en la tónica habitual las últimas semanas. Los vehículos a menudo ignoran las líneas continuas para acceder al carril de salida cuando ya no lo pueden hacer o salen pisando la línea continua al darse cuenta de que no pueden continuar dentro de la rotonda demasiado tarde. Todo esto no está ayudando a reducir la siniestralidad de una vía que, históricamente, registra decenas de accidentes cada año.
Desde la instalación de la turborotonda, un modelo circulatorio habitual en lugares como el Reino Unido o los Países Bajos, dos de los accidentes se han producido por colisión por embestida posterior, es decir, cuando un vehículo choca con la parte de detrás delque tiene delante. Estos dos incidentes dejaron a un herido leve en cada uno de ellos y se produjeron el viernes 4 y el miércoles 23 de junio. El accidente restante fue una embestida frontal-lateral, que tuvo lugar el miércoles 9 de junio, y se saldó con dos heridos leves. Con respecto a las cinco colisiones que tuvieron lugar en esta rotonda antes de su reordenación, la radiografía es muy parecida. Uno de los siniestros fue por una embestida frontal-lateral, que dejó a un herido leve. También se registró un herido leve a causa de un accidente por frotamiento o colisión lateral. Finalmente, tres fueron los encontronazos por embestida posterior desde el inicio del 2021 hasta a principios de mayo. La más significativa dejó hasta siete heridos el pasado 18 de marzo. Las dos otras colisiones por embestidas posteriores dejaron tan sólo a un herido leve en cada una. De esta manera, no se han tenido que lamentar heridos de gravedad ni víctimas mortales desde el inicio de este año.
La turborotonda que enlaza la T-11 con el A-27 no es el único punto delicado comprendido entre los puntos kilométricos 17 y 18 de esta carretera. Este año también se han producido hasta tres accidentes en la plaza de Europa, la rotonda junto al Francolí que conecta la plaza de las Corts Catalanas con el inicio de la avenida Roma y la N-340. Este 2021 este punto ha registrado hasta tres heridos leves, dos de los cuales a causa de colisiones por embestida posterior. El restante sufrió una embestida frontal-lateral. Así pues, entre los puntos kilométricos 17 y 18 de la T-11 este año ha habido 11 accidentes y 18 heridos leves.
Una zona conflictiva
La carretera T-11 pasó por un largo proceso de reordenación que concluyó en el 2013. Desde entonces, los siniestros se han ido reproduciendo en varios lugares. Por concentración de accidentes y registro de heridos de gravedad y víctimas mortales, el punto más conflictivo es la rotonda de acceso a las Gavarres. La última víctima fue el pasado 23 de mayo, cuando el hombre salió de la calzada, despeñó el vehículo contra el muro de cemento y acabó volcando en un lateral de la rotonda.
La rotonda que une la T-11 con el A-27 no ha registrado ninguna víctima mortal desde el 2013. No obstante, la cifra acumulada de siniestros es elevada. Desde entonces, se han producido un total de 101, con una media anual de 11,2, aunque se tiene que tener en cuenta que en el 2013 no se puede contar desde el inicio, y que este año sólo ha pasado la mitad de 2021. La cifra de este primer medio año en la rotonda de la T-11 con la A-27 sigue la tendencia de los peores años en este punto. En el 2017 se registraron hasta 20 accidentes, por 14 el 2018 y 17 en el 2019. Este 2021 ya se han producido los mismos accidentes que en todo el 2020, ocho, aunque el año pasado hubo confinamiento domiciliario de tres meses.