La restauración de Tarragona se encuentra con dificultades inesperadas para encontrar personal

La restauración de la ciudad se está encontrandoeste verano con más dificultades de las esperadas con el fin de encontrar suficiente personal. La temporada veraniega es habitualmente complicada por este sector, que los últimos años ya veían cómo les costaba incorporar trabajadores para poder satisfacer toda la demanda de la clientela. No obstante este hecho que se ha repetido los últimos veranos, este año notifican que todavía está costando más. Los restauradores tarraconenses apuntan a varios factores, pero en especial recalcan los estrechamente relacionados con la pandemia. Entre otros, si bien hay muchos jóvenes que actualmente no están trabajando, un grueso importante de estos todavía se encuentra en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en las empresas en las cuales trabajaban. Con todo, muchas personas priorizan conservar la prestación que optar por un trabajo temporal este verano.

«El problema es lo mismo de cada año, es decir, encontrar personal cualificado para trabajar», aseguraba Javier Escribano. El presidente de la Asociación de Hostaleros de Tarragona Ciudad (AHTC), sin embargo, explicaba las dificultades particulares de este verano: «Esperábamos que habría más personal libre que se volcara a encontrar trabajo con la cantidad de jóvenes no tienen, con muchas empresas cerradas, con los grandes hoteles que no han abierto. No sabemos exactamente por qué pasa». Escribano ponía algunas hipótesis sobre la mesa. Por una parte, apuntaba que la gente más cualificada ya está trabajando y admitía que «puede ser que la gente esté cómodo con los ERTE y estén esperanzados con que empiece a cambiar la cosa». Con todo, Escribano apuntaba que «la casuística es muy variada» y que «siempre ha costado, ya que entendemos que la restauración es un trabajo duro, con los fines de semana y los horarios.»

«Este año es cierto que estamos teniendo más problemas, es una cosa que hemos comentado con muchos compañeros. El año pasado hicimos con lo que ya teníamos», relataba Joan Anton Pijoan. El responsable del restaurante serrallenc La Botiga coincidía a decir que «hay mucha gente en ERTE, que están fijas en plantilla y no necesitan trabajar.» «Deben tener alternativas», apuntaba Pijoan, que añadía que dos de los empleados que tenía para este verano «ya han cambiado de trabajo», aunque matizaba que este es un hecho habitual cada año. Desde la playa Larga, Javier Francesc Musté aseguraba que «ya hacemos con los de la plantilla, pero tenemos una cantidad de trabajo para encontrar de más, porque alguna mano más nos iría muy bien». El responsable del Mirall d'Estiulamentaba que «todo son excusas con el fin de no trabajar»: «El Servicio Catalán de Empleo los obliga a presentarse para buscar trabajo, pero al final la gente sólo viene a poner el sello». De la misma manera que sus compañeros, Musté señalaba a los ERTE o a otras ayudas públicas como una de las causas de la dificultad en encontrar personal.

Esta falta de personal, en la práctica, implica que los restauradores tarraconenses tengan que redoblar los esfuerzos. «Te tienes que ajustar al público que tienes y cuando no puedes absorberlo todo dejas de facturar», lamentaba Escribano, que puntualizaba que «con menos manos, más trabajo para recoger o para preparar el día siguiente». «Se tiene que solucionar con más manos y no con más horas», subrayaba al presidente del AHTC. Por su parte, Pijoan estaba de acuerdo con el hecho de que «con los que tienes te tienes que esforzar más y, al final, vamos más cansados».

Con respecto a la subida de contagios, los restauradores de la ciudad coinciden en decir que empiezan a acusarla, todo y que no excesivamente. «Algunas mesas se están anulando por positivos, pero vamos bien de ritmo, la gente tiene ganas de salir al aire libre», explicaba Musté. Pijoan detallaba que «con el retoño ha bajado el trabajo y ahora tenemos un interrogante bastante grave». Escribano lamentaba que «tenía que ser un verano de recuperación, pero confiamos».